Los globos solares detectan sonidos de baja frecuencia que se repiten varias veces por hora en la estratosfera, pero los investigadores aún no han encontrado su fuente.
Globo solar con equipo científico . Foto: Laboratorios Nacionales Sandia
Una misión de globo propulsado por energía solar, lanzada por un equipo de los Laboratorios Nacionales Sandia, llevó micrófonos a la estratosfera, una región de 50 kilómetros de altura de la atmósfera terrestre. Esta región es relativamente tranquila y libre de tormentas, turbulencias y tráfico aéreo comercial, lo que significa que los micrófonos en esta capa de la atmósfera pueden captar sonidos del planeta, tanto naturales como artificiales.
Sin embargo, el micrófono de este estudio en particular también captó sonidos extraños que se repetían varias veces por hora. Los investigadores aún no han determinado su origen. Los sonidos se registraron a frecuencias infrasónicas, es decir, a 20 hercios (Hz) o inferiores, por debajo del umbral auditivo humano, según el investigador Daniel Bowman, de Sandia National Laboratories. El equipo describió los sonidos el 11 de mayo en la 184.ª reunión de la Sociedad Acústica de América, celebrada en Chicago.
Para recopilar datos acústicos de la estratosfera, Bowman y sus colegas utilizaron un dispositivo originalmente diseñado para el monitoreo de volcanes, llamado microbarómetro, que puede detectar sonidos de baja frecuencia. Además de los sonidos naturales y artificiales previsibles, el microbarómetro también detectó una misteriosa señal infrasónica repetitiva.
Los sensores que los globos transportan fueron desarrollados por Bowman y sus colegas. Con un diámetro de entre 6 y 7 metros, los globos están fabricados con materiales comunes y económicos. Alimentados por la luz solar, estos sencillos dispositivos pueden alcanzar altitudes de aproximadamente 21,4 kilómetros sobre la Tierra.
“Nuestros globos son básicamente bolas gigantes de plástico con polvo de carbón en su interior para oscurecerlos”, explica Bowman. “Los fabricamos con plástico de discos duros, cinta de embalaje y polvo de carbón. Cuando el sol incide sobre el globo oscuro, el aire interior se calienta y le proporciona flotabilidad”.
Bowman afirmó que la energía solar pasiva es suficiente para impulsar el globo desde la superficie del planeta hasta la estratosfera. Tras el lanzamiento, el globo lleva un dispositivo de rastreo GPS. En ocasiones, el equipo debe hacerlo, ya que el globo puede volar cientos de kilómetros y aterrizar en zonas de difícil acceso. Además de investigar los misteriosos ruidos estratosféricos, globos como este podrían utilizarse paraexplorar cómo los vehículos podrían colaborar con naves espaciales que orbitan Venus para observar la actividad sísmica y volcánica a través de su densa atmósfera.
An Khang (Según el espacio )
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