Artículo del Secretario General To Lam: Promover la fuerza de la gran unidad nacional para el desarrollo del país

Secretario General To Lam. (Foto: VNA)

Secretario General To Lam . (Foto: VNA)

Hace 95 años, bajo la dirección del Partido, el 18 de noviembre de 1930 se fundó la Alianza Antiimperialista, la primera organización del Frente Nacional Unido de Vietnam. A lo largo del proceso de liberación y construcción nacional, y bajo diversas denominaciones y formas, el Frente Nacional Unido siempre ha cumplido su misión de congregar y unir a todas las clases sociales del pueblo vietnamita. Independientemente de la etapa, el principio fundamental del Frente sigue siendo la unidad de todo el pueblo en pos del objetivo común: la independencia nacional, la prosperidad y la felicidad del pueblo.

El Presidente Ho Chi Minh asimiló la esencia de la gran solidaridad nacional e internacional , e impulsó y formó el bloque de la gran solidaridad nacional durante nuestro gobierno popular. Su pensamiento ha sido heredado y desarrollado por nuestro Partido en cada etapa histórica. El Partido siempre ha reconocido la gran solidaridad nacional como una línea estratégica, una tradición sumamente valiosa, la fuente de fortaleza de la nación y de la revolución, y el factor decisivo en todas las victorias en la construcción, la defensa y el desarrollo del país. «¡Solidaridad, solidaridad, gran solidaridad! ¡Éxito, éxito, gran éxito!» se ha convertido en una verdad, en la razón de ser de nuestra existencia.

En las largas y arduas guerras de resistencia, fue la fuerza de la gran unidad nacional la que propició grandes victorias. Desde la Revolución de Agosto de 1945 hasta la Victoria de Dien Bien Phu en 1954, desde la Gran Victoria de Primavera de 1975 hasta el proceso Doi Moi, cada hito histórico llevó la impronta del consenso y los esfuerzos conjuntos de toda la nación bajo el liderazgo del Partido. Gracias a la promoción del espíritu de la «Gran Unidad Nacional», millones de vietnamitas de diferentes clases sociales, religiones y etnias se congregaron bajo la bandera del Partido, luchando y sacrificándose por la independencia, la libertad y la unidad nacional.

Hoy, la gran lección de la solidaridad nacional conserva su vigencia. Al observar el mundo, nos sentimos más profundamente imbuidos del valor de una nación con un solo corazón, donde generales y soldados comparten un mismo corazón, como padre e hijo, compartiendo el mismo vino dulce; donde, aunque de especies diferentes, comparten la misma vid, se vive en armonía y paz en la tierra del Dragón y la Hada, mientras muchos países se enfrentan a la división social, los conflictos étnicos y religiosos y la prolongada inestabilidad política. La guerra, la violencia y los conflictos entre facciones asolan numerosos lugares, e incluso en algunos, han sumido a la población en la separación y la pobreza extrema. Se prevé que el panorama geopolítico mundial continúe siendo inestable e impredecible. En este contexto, Vietnam emerge como un ejemplo a seguir, con un entorno sociopolítico estable y un pueblo unido en pos del objetivo común de construir y desarrollar el país.

Un ejemplo reciente del espíritu de solidaridad y democracia en nuestra sociedad es la actividad política de aportar ideas a los proyectos de documentos presentados al XIV Congreso Nacional del Partido. Por primera vez, se ha impulsado ampliamente la recopilación de opiniones populares sobre los documentos del Congreso, utilizando tecnología digital para facilitar la participación de toda la ciudadanía, tanto en el país como en el extranjero. A través de la aplicación VNeID en teléfonos inteligentes y portales de información en línea, millones de personas han enviado sus sinceras opiniones al Partido. Hasta la fecha, se han recibido cerca de 3 millones de opiniones por diversos medios (de las cuales más de 2 millones se han enviado a través de la plataforma VNeID). Esta es la mayor cantidad de opiniones recibidas en un Congreso del Partido hasta la fecha, lo que demuestra claramente el espíritu democrático, el consenso y el sentido de responsabilidad política de nuestro pueblo ante las decisiones importantes del país. La voz del pueblo, que surge de la vida cotidiana, será una valiosa contribución que ayudará a nuestro Partido a perfeccionar sus directrices y a reflejar con precisión la voluntad y las aspiraciones del pueblo en los documentos del próximo XIV Congreso Nacional del Partido.

Otro ejemplo típico es que, desde principios de 2025 hasta la fecha, muchas provincias y ciudades del país, especialmente en las regiones del norte y las Tierras Altas Centrales, han sufrido desastres naturales sucesivos, inundaciones consecutivas que han causado graves daños a la población y a los bienes. Ante esta situación, bajo la estrecha dirección del Partido y el Estado, fuerzas como el ejército, la policía, los servicios de salud y las fuerzas del orden actuaron con rapidez para rescatar a la población, organizar evacuaciones de emergencia y apoyar la reconstrucción tras las inundaciones. Al mismo tiempo, la población de todo el país se unió, promoviendo con firmeza la tradición nacional de solidaridad, ayuda mutua y amor al prójimo . Desde organismos, organizaciones y empresas hasta grupos de voluntarios espontáneos y jóvenes voluntarios, se movilizaron y donaron recursos para compartir y apoyar a la población de las zonas afectadas por las inundaciones y ayudarla a superar las dificultades.

No solo unidos a nivel nacional, los vietnamitas, tanto en su país como en el extranjero, están cada vez más conectados. Nuestros compatriotas vietnamitas en el exterior, en numerosos países, siempre vuelven la mirada hacia la patria, contribuyendo con recursos intelectuales y financieros de diversas maneras. Donaciones para los mares e islas de Vietnam, programas que conectan a empresarios extranjeros con inversiones en el país, o clases gratuitas de idioma vietnamita organizadas por la comunidad vietnamita en el extranjero... todo ello nace del corazón que siempre vuelve a sus raíces, del espíritu de gran solidaridad de los descendientes de Lac Hong, sin importar dónde se encuentren. Se puede afirmar que nunca antes la gran solidaridad de toda nuestra nación, incluyendo a los compatriotas en el país y a los más de 5 millones de vietnamitas en el extranjero, había estado tan firmemente consolidada como hoy. Esta es una gran fuente de fortaleza interna, un pilar fundamental para que el país supere todos los desafíos, avanzando con paso firme por el camino de la innovación y la integración.

En el futuro próximo, para seguir consolidando el gran bloque de unidad nacional, debemos, ante todo, fortalecer la solidaridad dentro del Partido y dentro de dicho bloque, bajo su liderazgo. Más que nunca, debemos priorizar la consolidación y la promoción de la fuerza de la gran unidad, considerándola un factor clave para impulsar al país hacia una nueva era de desarrollo. Esto exige que cada cuadro y miembro del partido dé ejemplo, que sus palabras se correspondan con sus acciones, que anteponga los intereses de la nación y del pueblo a todo lo demás y que luche con resolución para derrotar todas las intrigas, tácticas y artimañas de las fuerzas hostiles que pretenden dividir nuestro bloque de unidad.

Al mismo tiempo, debemos mejorar constantemente la vida material y espiritual y proteger los derechos legítimos del pueblo. Este es tanto el objetivo como la fuerza motriz para fortalecer el gran bloque de solidaridad. El Partido identifica al pueblo como el centro; la felicidad y la prosperidad del pueblo son la meta a alcanzar. Es necesario brindar especial atención a las personas en zonas vulnerables y desfavorecidas: minorías étnicas, habitantes de zonas remotas, fronterizas e insulares, antiguas bases revolucionarias, zonas frecuentemente afectadas por desastres naturales, etc. Continuar implementando eficazmente programas sostenibles de reducción de la pobreza y políticas de seguridad social, sin dejar a nadie atrás. Cuando el pueblo sea próspero, el país será fuerte, democrático, justo y civilizado; cuando todo el pueblo disfrute de los frutos de un desarrollo equitativo, el gran bloque de solidaridad se fortalecerá y ninguna fuerza podrá incitar a la división.

Además, es necesario innovar profundamente el contenido y los métodos de operación del Frente de la Patria y sus organizaciones, enfocándose en la base y poniendo al pueblo en el centro del servicio. El Frente debe desempeñar mejor su papel fundamental de reunir y unir a las clases sociales, a personas destacadas, etc., en pos del objetivo común de un Vietnam fuerte y próspero. El Frente de la Patria debe convertirse en un foro amplio para todas las clases sociales, compatriotas de todas las etnias y religiones, vietnamitas en el extranjero, etc., para que se reúnan, intercambien opiniones y expresen sus aspiraciones de manera democrática y abierta. Al mismo tiempo, es necesario promover el papel de intelectuales, expertos, personalidades de prestigio en la sociedad y la comunidad vietnamita en el extranjero para que asesoren en la construcción del país.

Por otro lado, la gran solidaridad no se limita al ámbito nacional, sino que debe extenderse al plano internacional. De este modo, Vietnam puede obtener el apoyo de sus aliados internacionales, creando un entorno propicio para la construcción y defensa de la patria; al mismo tiempo, fortaleciendo la solidaridad entre el pueblo vietnamita y los pueblos de otros países, especialmente con las fuerzas pacifistas y progresistas del mundo. Un Vietnam estable, armonioso y benevolente sin duda contribuirá de manera importante a la paz, la cooperación y el desarrollo común de la humanidad.

Los 95 años de historia construyendo y fortaleciendo la solidaridad nacional constituyen una trayectoria gloriosa, que nos legó valiosas lecciones. Gracias a la solidaridad, nuestro pueblo ha logrado lo que parecía imposible: desde ganar grandes guerras de liberación nacional y defender con firmeza la independencia, la soberanía y la integridad territorial, hasta superar la pobreza y el atraso. Hoy, ante oportunidades y desafíos interrelacionados, debemos fortalecer este gran bloque de solidaridad como si fuera la niña de nuestros ojos. Todo vietnamita, sin importar su región, etnia, religión o profesión, comparte la misma determinación: unirse por el futuro próspero del país. Esa es la fuente de la voluntad, la fe y la fuerza para alcanzar la meta de construir un Vietnam fuerte y próspero, con un pueblo feliz. Nuestro Vietnam, con su nación heroica y su pueblo unido, trabajador y creativo, sin duda obrará nuevos milagros de desarrollo y ocupará un lugar de honor, hombro con hombro con nuestros amigos en los cinco continentes.

A LAM

Secretario General

Nhandan.vn

Fuente: https://nhandan.vn/phat-huy-suc-manh-dai-doan-ket-toan-dan-toc-de-phat-trien-dat-nuoc-post922500.html