El patrimonio cultural inmaterial de cada nación no es sólo un bien precioso sino también un testimonio vivo de la identidad y el alma de esa cultura. En Vietnam, con una larga tradición de preservación y promoción de los valores culturales, el patrimonio cultural inmaterial siempre se respeta y cada vez se realizan esfuerzos más específicos para protegerlo. En particular, el papel de la comunidad local -el sujeto cultural- es el factor decisivo para mantener y desarrollar los valores patrimoniales de forma sostenible. La pregunta es: ¿qué necesita hacer la comunidad local y qué puede hacer para preservar estos patrimonios culturales intangibles en el contexto de la sociedad moderna?
La comunidad es a la vez creadora y propietaria del patrimonio cultural inmaterial. Poseen conocimientos y también son quienes mantienen, practican y enseñan características culturales únicas a lo largo de muchas generaciones. Este es un factor importante que ayuda a preservar los valores culturales intangibles antes de la intrusión de los estilos de vida modernos. Las comunidades locales pueden preservar su patrimonio si continúan practicando sus actividades culturales tradicionales como lo han hecho desde siempre. Estas actividades se convierten en símbolos de cultura y en una forma de mantener y difundir la identidad, un recordatorio del valor del patrimonio para sus propias vidas.
La organización de clubes culturales es una forma de que la comunidad participe activamente en la preservación de su patrimonio. Los clubes de canto Ca tru, los clubes de canto Quan Ho o los equipos de gong de las Tierras Altas Centrales son lugares donde se reúnen personas amantes del patrimonio, brindándoles la oportunidad de aprender juntos, intercambiar y transmitir habilidades y conocimientos. Estos clubes suelen ser autosuficientes, están organizados y gestionados por personas, generando así gradualmente sus propios fondos para mantener sus operaciones. Al establecerse, estudiar por sí mismos y enseñar en la comunidad, estos clubes han contribuido significativamente a preservar y desarrollar los valores culturales tradicionales.
Uno de los factores necesarios para preservar el patrimonio inmaterial es el apego de la comunidad a su propio patrimonio. Cuando la población local vea el valor y esté orgullosa del patrimonio que posee, protegerá y continuará voluntariamente el patrimonio para las generaciones futuras. Como en el caso del canto Ca tru en Bac Giang o Quan ho en Bac Ninh, es el consenso y la determinación de la comunidad lo que ha ayudado a que estas herencias no sólo sobrevivan sino que también se desarrollen con fuerza. Participan activamente en actividades de conservación, enseñanza y actuación, y organizan actividades para recordar y reconocer sus propios valores culturales.
El museo es un lugar que conecta efectivamente a la comunidad con el patrimonio. Las comunidades locales pueden trabajar con los museos para mostrar su patrimonio a través de exposiciones o exhibiciones de artefactos específicos. Algunos museos internacionales han adoptado este enfoque, como el Museo Comunitario de Anacostia en Washington, donde la población local participa directamente en la conceptualización, organización y narración de la historia de su propio patrimonio. Este enfoque brinda una experiencia vívida a los visitantes, al mismo tiempo que ayuda a la comunidad local a estar orgullosa de su patrimonio cultural y a sentirse responsable de preservar y promover esos valores.
Con el rápido desarrollo de la sociedad moderna, algunos sitios patrimoniales pueden perder su relevancia o ya no se practican ampliamente. Sin embargo, en lugar de dejar que el patrimonio desaparezca gradualmente, la comunidad local puede optar por transformarse y adaptarse, como organizar actuaciones de música de la corte real para atender a los turistas, manteniendo al mismo tiempo el sistema de ceremonias tradicionales para preservar la originalidad. La flexibilidad en la conservación permite preservar el patrimonio y seguir desarrollándose de manera adecuada para la vida moderna.
Las comunidades locales pueden hacer muchas cosas para preservar el patrimonio cultural inmaterial, desde practicar, enseñar hasta organizar actividades comunitarias y colaborar con museos. En este proceso, la conciencia del valor del patrimonio y el orgullo comunitario son factores decisivos, que ayudan a que el patrimonio cultural sobreviva de manera sostenible y vívida, convirtiéndose en un recurso valioso para el desarrollo cultural de la nación. Con el apoyo del gobierno y las organizaciones sociales, las comunidades locales seguirán contribuyendo a proteger y difundir los valores culturales intangibles, para que el patrimonio sea siempre un orgullo y un hilo conductor entre pasado y futuro, entre tradición y modernidad.
Hoang Anh