El pez espinoso, un pequeño pez de sabor naturalmente dulce, suele aparecer en grandes cantidades durante la temporada de lluvias. Cuando empieza a amainar la lluvia, también es el momento de ir juntos al río a echar la red y pescar los peces espinosos más frescos para la comida familiar. La emoción de recoger la red y ver los peces espinosos frescos y brillantes es indescriptible.
El bagre estofado con cúrcuma no es solo un plato sencillo, sino también una muestra del amor y la dedicación de mi madre. Recuerdo las veces que nos sentábamos junto al fuego, mientras mi madre preparaba con destreza cada ingrediente y decía: «El mejor bagre es el estofado con cúrcuma; es delicioso y además, muy saludable».
El pescado se limpia y se marina con un poco de sal, pimienta, chalotas picadas y la indispensable cúrcuma, una especia importante que no solo le da color al plato, sino que también se usa en la medicina popular para reconfortar el estómago en los fríos días de invierno. Cada vez que preparo pescado guisado, mi madre suele usar una olla de barro. Recuerdo perfectamente el aroma que desprendía la olla del pescado guisado con cúrcuma.
Cada gota de cúrcuma dorada, mezclada con el dulce sabor del pescado, creaba un aroma irresistible que deleitaba a todo aquel que lo probaba. Sentada a mi lado, escuchando el crepitar del agua hirviendo, sentí cómo la cálida atmósfera se extendía por toda la cocina. Aquella sensación, aunque sencilla, me llenaba de alegría.
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| Ilustración: HH |
El pescado guisado con cúrcuma no solo se come, sino que se siente. Al terminar, nos reunimos alrededor de la acogedora mesa familiar, inhalando el delicioso aroma que emana de la olla humeante. El pescado, tierno y dulce, impregnado de especias, junto con el fragante arroz blanco, convierten cada comida en una experiencia memorable. Un plato sencillo, pero que encierra el cariño y la conexión entre las generaciones de la familia.
En pleno invierno, con el aire gélido, disfrutar de un pescado guisado con cúrcuma fortalece los lazos familiares. Compartimos historias y hermosos recuerdos, y es entonces cuando el cariño familiar se intensifica. No solo recuerdo la comida, sino también la sensación de reunirnos con nuestros seres queridos y disfrutar de la comida que todos preparamos juntos.
Cada vez que estoy lejos de casa, al pensar en el pescado con cúrcuma, siento la calidez de mi tierra natal acariciando mi alma. En el ajetreo de la vida, cuando estoy cansada, solo pensar en el pescado con cúrcuma me alivia y me hace desear volver, sentarme junto al fuego con mi madre y saborear cada plato que ella cocina.
El bagre guisado con cúrcuma no es solo un plato, sino una parte indispensable de mis recuerdos de infancia. Me trae recuerdos, emociones y el amor de mi familia. Cada invierno, cuando hace frío, me invade la nostalgia al recordar ese plato rústico pero reconfortante.
Tuong Lai
Fuente: https://baoquangtri.vn/van-hoa/202511/ca-mun-dong-kho-nghe-6c75336/







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