La entrenadora de recuperación de cáncer Michelle Patidar transformó por completo su cocina después de sobrevivir a la enfermedad.
Usar aceite de coco orgánico en la cocina puede aportar muchos beneficios para la salud. (Fuente: Pixabay) |
Después de vencer el linfoma a los 32 años, Michelle se dio cuenta de que su salud no solo dependía de la dieta y el ejercicio, sino también de los artículos que usaba a diario.
"No de golpe, sino paso a paso, fui sustituyendo las sustancias tóxicas por opciones más seguras. Ahora siento que tengo el control de mi salud y sé que he reducido mis posibles riesgos", dijo en redes sociales.
A continuación se presentan nueve elementos que Michelle abandonó y sus alternativas.
1. Aceite refinado
Los aceites vegetales refinados, como el de soja, el de maíz y el de canola, suelen oxidarse durante su producción, lo que genera compuestos inflamatorios. Su consumo a largo plazo puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas, incluido el cáncer.
Michelle dice que los reemplaza con aceite de oliva virgen extra, aceite de aguacate, aceite de coco y mantequilla orgánica. Estos aceites son menos procesados, ricos en antioxidantes y tienen muchos beneficios para la salud.
2. Utensilios de cocina antiadherentes
Las sartenes y ollas antiadherentes contienen PFOA, una sustancia química que puede acumularse en el cuerpo y dañar el hígado, el sistema inmunológico e incluso aumentar el riesgo de cáncer.
En cambio, Michelle cambió a sartenes de hierro fundido, sartenes de acero inoxidable y ollas de cerámica, que según ella no solo eran más seguras sino que también hacían que su comida tuviera mejor sabor.
3. Lámina de plata
El papel de aluminio se usa comúnmente en la cocina, pero al exponerse a altas temperaturas, el aluminio puede filtrarse en los alimentos. Algunos estudios han vinculado los altos niveles de aluminio en el cuerpo con problemas neurológicos.
"Dejé de usar papel de aluminio y lo reemplacé con papel pergamino sin blanquear o utensilios de silicona para hornear", dice Michelle.
4. Cajas de plástico y bolsas de alimentos
Los plásticos contienen BPA y ftalatos, dos sustancias químicas que pueden filtrarse en los alimentos, especialmente cuando están calientes o grasosos, y estas sustancias pueden alterar las hormonas y aumentar el riesgo de cáncer de mama y de próstata.
La especialista en recuperación de cáncer dice que sólo utiliza recipientes de vidrio, bolsas de papel o bolsas de silicona reutilizables para almacenar alimentos.
5. Velas perfumadas
Las velas aromáticas hechas de parafina pueden emitir compuestos orgánicos volátiles (COV), que contaminan el aire interior y afectan el sistema respiratorio.
Adquirió la costumbre de dejar de usar velas aromáticas y sustituirlas por aceites esenciales naturales. Michelle comentó: «No solo son seguras, sino que también brindan una auténtica sensación de relajación».
6. Botellas de agua de plástico
Tras su recuperación del cáncer, Michelle eliminó todas las botellas de agua de plástico de su casa y las reemplazó por botellas de vidrio o acero inoxidable. El agua embotellada es práctica, pero contiene microplásticos y sustancias químicas que pueden alterar el sistema endocrino. Ella cree que es un cambio sencillo que tendrá beneficios a largo plazo.
7. Tabla de cortar de plástico
Al igual que las tablas de cortar de plástico, Michelle comentó que estas se rayan con facilidad, lo que crea un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias. Además, al cortar alimentos, los microplásticos pueden mezclarse con ellos. Por lo tanto, optó por tablas de cortar de madera natural o bambú, que no solo son duraderas, sino que también tienen propiedades antibacterianas naturales.
8. Alimentos ultraprocesados
Michelle compara la comida rápida y la comida enlatada con "el camino más corto hacia la enfermedad" porque a menudo contienen azúcar refinada, colorantes artificiales y conservantes que pueden causar inflamación, aumentando el riesgo de cáncer.
“Me concentro en alimentos integrales, mínimamente procesados y evito los alimentos con largas listas de ingredientes llenas de químicos difíciles de leer”, dice el experto.
9. Los productos de limpieza de cocina contienen sustancias químicas tóxicas.
Muchos líquidos lavavajillas y limpiadores de cocina contienen cloro y amoníaco, sustancias que pueden irritar la piel, afectar el sistema respiratorio y aumentar el riesgo de cáncer con la exposición a largo plazo.
Descartó todos estos productos tóxicos y los reemplazó con productos de limpieza orgánicos hechos con vinagre, bicarbonato de sodio y jugo de limón. Descubrió que seguían limpiando eficazmente sin perjudicar su salud.
Cambiar estos elementos ayudó a Michelle Patidar a mejorar significativamente su calidad de vida. Ella comentó: «No cambié de inmediato, pero poco a poco fui eliminando las cosas tóxicas de mi vida. Y, sorprendentemente, me sentí más sana física y mentalmente».
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