
"Famoso" por accidente
Según Vo Thi Huyen, propietaria de la tienda Huyen 2K Accesorios-Cosméticos-Artículos Generales en Ciudad Ho Chi Minh , alrededor de las 18:00 horas del 21 de agosto de 2025, una clienta habitual, dueña de la cuenta de TikTok "Teacher...", llegó a comprar. Al reconocerla, la Sra. Huyen la saludó y se retiró, dejando al personal a cargo de la tienda. Durante ese tiempo, la clienta tomó fotos del local y de los productos.
Durante la noche y la madrugada del 22 de agosto, el teléfono y las redes sociales de la Sra. Huyen se vieron inundados de mensajes y llamadas extrañas con insultos y amenazas. Aparecieron varias reseñas de una estrella en el Google Maps de la tienda, junto con comentarios ofensivos en su página de fans. Solo cuando buscó la cuenta de TikTok "Teacher...", la Sra. Huyen se dio cuenta de que estaba siendo acosada a raíz de un vídeo viral.
Debajo de la sección de comentarios, muchas cuentas buscaron “¿quién es esa tienda?”, y rápidamente la “redujeron” a la tienda Huyen 2K a través de sugerencias de búsqueda como “huyen_2k_phukien shop”, “huyen_2k_phukienshop”… luego pidieron reseñas de “1 estrella”, dejando comentarios maliciosos e insultando el honor personal y la marca de la tienda.
Sin detenerse ahí, tras el primer vídeo , el 22 de agosto, la cuenta «Teacher…» publicó tres vídeos más, continuando contando la historia desde su perspectiva como víctima, agradeciendo a la comunidad en línea por haber logrado justicia y esperando que el dueño de la tienda cambiara. Estos vídeos generaron gran interacción, intensificando aún más la ola de ataques contra el establecimiento.
Cabe destacar que, el 23 de agosto, otra cuenta de TikTok llamada “Y…”, con aproximadamente 1,7 millones de seguidores, editó y republicó el contenido anterior con un título sensacionalista: “De compras, la chica se enfureció tanto que lloró porque la difamaron llamándola ‘competidora’. La dueña de la tienda se disculpó tras el alboroto, pero aun así se defendió”. El video rápidamente alcanzó cientos de miles de visualizaciones y cientos de comentarios, la mayoría de los cuales continuaron juzgando y condenando a la dueña de la tienda basándose en información parcial.
Al mismo tiempo, otras cuentas como “Vach tra Huyen2k…”, “Gau Bong…” y “Meo Cam…” publicaron continuamente videos y contenido que atacaba, ridiculizaba e insultaba a la Sra. Huyen y a la tienda, instando a la comunidad en línea a boicotearlas y calificarlas con una estrella. Este flujo constante de contenido, difundido en múltiples canales, convirtió una transacción comercial normal en un escándalo en internet.
Como resultado, internet se inundó de insultos y ofensas dirigidas a la Sra. Huyen. Numerosas personas la llamaron, le enviaron mensajes de texto, la maldijeron e incluso la amenazaron. Algunas personas se presentaron en la tienda para grabar y transmitir en directo con malas intenciones, lo que provocó que la dueña y el personal vivieran en un estado constante de ansiedad y confusión.
En las denuncias posteriores enviadas a las autoridades, la Sra. Huyen afirmó que el contenido publicado y compartido por las cuentas mencionadas era falso, calumnioso, difamatorio y dañaba la reputación, los derechos y los intereses legítimos de su familia y su negocio.
No solo su honor, sino también el sustento de su familia se vieron gravemente afectados. Según ella, la tienda solía ser una de las más concurridas de la zona durante muchos años, pero tras el auge de TikTok, los ingresos cayeron drásticamente un 50 % diario en comparación con antes, y un 80 % en comparación con el mismo período del año anterior. Si esta situación persiste, la tienda se verá obligada a cerrar.
La libertad de expresión no significa el derecho a difamar en línea.
La historia de la Sra. Vo Thi Huyen no es un caso aislado. Tan solo una experiencia de compra personal, una narración subjetiva en línea y el efecto de difusión entre los usuarios pueden provocar que un comercio normal sufra grandes daños materiales y morales.
La legislación vigente estipula claramente que el acto de fabricar o difundir información manifiestamente falsa, con el objetivo de ofender gravemente el honor, la dignidad y la reputación de otros, causando daño a los derechos e intereses legítimos de organizaciones e individuos, puede ser objeto de sanciones administrativas, civiles e incluso penales, según su gravedad.
Este incidente plantea muchas reflexiones. No todas las historias en redes sociales son ciertas. Es fundamental que los usuarios estén alerta y no se precipiten a juzgar, ni se dejen llevar por las críticas de una estrella o los boicots, ya que detrás de cada cuenta hay una persona, una familia. Quienes publican contenido deben ser plenamente conscientes de sus responsabilidades legales y éticas. La popularidad y las visitas no pueden estar por encima del honor y la reputación de los demás. Es imposible usar el término "reseña" o "relato de experiencias" para exagerar, atribuir información falsa y fomentar ataques y difamaciones en la comunidad en línea. Las plataformas de redes sociales, las escuelas, las organizaciones sociales y las autoridades deben coordinarse mejor para recibir comentarios, actuar con rapidez ante el contenido falso y proteger a las víctimas. Si casos como el de la tienda Huyen 2K no se toman en serio, sentarán un mal precedente y convertirán internet en un lugar donde "quien grita más fuerte, gana". La libertad de expresión es importante, pero no es una licencia para insultar, difamar y llevar a otros al borde de la ruina. Las redes sociales solo desarrollarán sus aspectos positivos cuando cada usuario sepa cuándo parar.
Fuente: https://nhandan.vn/canh-bao-hanh-vi-vu-khong-tren-mang-xa-hoi-post923225.html






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