
Se prevé que el monumento conmemorativo a las víctimas de la COVID-19 se ubique en la parcela n.º 1 de la calle Ly Thai To, barrio Vuon Lai, Ciudad Ho Chi Minh. - Foto: PHUONG NHI
No es solo una historia de pérdida y separación, sino también una muestra de humanidad y vitalidad en tiempos difíciles. A medida que la ciudad se ha recuperado, muchos aún desean tener un lugar para recordar y rendir homenaje.
Un sitio conmemorativo para las víctimas de la COVID-19 no es solo un reconocimiento del pasado, sino también una declaración humanitaria de Ciudad Ho Chi Minh, una ciudad que siempre sabe cómo levantarse con amor y responsabilidad comunitaria.
El terreno en el número 1 de Ly Thai To está ubicado en el centro, junto a importantes vías de comunicación, con muchas ventajas en términos de espacios verdes, conectividad y valor simbólico.
Este lugar puede convertirse en un "rincón tranquilo" en medio de la ciudad, donde la gente puede detenerse, reflexionar y expresar su gratitud.
En medio del ritmo acelerado de la vida, Ciudad Ho Chi Minh necesita espacios públicos con significado espiritual: lugares donde la gente venga no solo a divertirse sino también a escuchar el latido de los recuerdos, a comprender que de la pérdida aprendemos a valorar la vida.
Un monumento conmemorativo no tiene por qué ser grandioso, pero sí debe conmover. El enfoque debe ser minimalista, artístico y en armonía con la naturaleza, donde cada detalle cuente una historia. La estructura espacial puede dividirse en tres partes.
La Zona de la Memoria es una plaza silenciosa con muros de piedra grabados con los nombres de las víctimas o representaciones simbólicas de gratitud a las fuerzas de primera línea, posiblemente combinadas con esculturas abstractas.
El área de gratitud es un espacio donde se guardan imágenes, documentos, sonidos, cartas y recuerdos de personas y fuerzas de primera línea.
La zona de revitalización es un jardín, agua y luz: símbolos de renacimiento y fe en el futuro. Donde la luz y la sombra, los materiales y el espacio, los árboles y el agua hablarán por sí mismos, ayudando a las personas a reconectar con sus emociones más profundas.
Si se planifica adecuadamente, este sitio conmemorativo podría convertirse en un parque cultural, un lugar donde confluyen la memoria y la vida comunitaria. De día, sería un espacio para pasear, leer y reunirse; de noche, un lugar con iluminación artística, tranquilo y solemne.
No es solo un lugar para recordar a los difuntos, sino también un lugar para enseñar a los vivos a amar.
Este proyecto también puede integrar actividades de arte público, exposiciones fotográficas, programas educativos sobre compasión y espíritu de compartir, ayudando a preservar recuerdos de muchas formas vívidas y cercanas.
Tras una pérdida, lo más importante no es olvidar, sino encontrar la manera de recordar con belleza.
El Espacio Memorial COVID-19, una vez terminado, será un lugar de compasión, una pausa en el vibrante ritmo de la ciudad. A partir de entonces, Ciudad Ho Chi Minh no solo será conocida como un dinámico centro económico, sino también como una ciudad que conoce la gratitud, sabe escuchar y sabe resurgir.
Una ciudad fuerte no es aquella que nunca cae, sino aquella que siempre se levanta con un corazón bondadoso.
Y quizás, un sencillo, delicado pero lleno de cariño homenaje sea la más profunda muestra de gratitud que Ciudad Ho Chi Minh puede expresar a quienes han fallecido y al futuro que renace cada día.
Fuente: https://tuoitre.vn/dai-tuong-niem-nan-nhan-covid-19-khong-gian-de-lang-lai-va-biet-on-20251112081701502.htm






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