Investigaciones recientes han demostrado que un mayor consumo de fibra se asocia con un menor riesgo de grasa abdominal. Sin embargo, curiosamente, esto parece aplicarse solo a un tipo de fibra: la fibra soluble.
La fibra suele dividirse en dos tipos: fibra insoluble y fibra soluble. Estos dos tipos se distinguen por la forma en que interactúan con el agua en el cuerpo.
La fibra insoluble no se disuelve en agua y actúa principalmente como agente de volumen para facilitar la formación de las heces y su tránsito intestinal. Esto puede ayudar a tratar el estreñimiento.
Las fibras solubles, como el betaglucano y el glucomanano, se disuelven en agua para formar una sustancia gelatinosa, lo que reduce la velocidad a la que el estómago libera los alimentos digeridos en los intestinos.
Consumir más fibra soluble puede ayudarte a perder grasa abdominal y prevenir su aumento. Un estudio reveló una relación entre un aumento de 10 gramos en la ingesta diaria de fibra soluble y una reducción del 3,7 % en el riesgo de aumento de grasa abdominal.
Varios otros estudios también han demostrado que las personas que consumen más fibra soluble tienen un menor riesgo de tener grasa abdominal.
De hecho, la fibra soluble puede ayudar a reducir la grasa abdominal de varias maneras.
Hay más de 100 billones de bacterias beneficiosas viviendo en el intestino grueso. A diferencia de otras bacterias, estas son inofensivas y mantienen una relación simbiótica con los humanos.
Los humanos proporcionan a las bacterias alojamiento y nutrientes, mientras que las bacterias contribuyen a procesos como la producción de vitaminas y la eliminación de desechos. Existen muchos tipos diferentes de bacterias, y una mayor variedad de bacterias intestinales se ha relacionado con un menor riesgo de padecer afecciones como diabetes tipo 2, resistencia a la insulina y enfermedades cardíacas.
Varios estudios han demostrado que las personas que consumen más fibra soluble tienen más tipos de bacterias y mejores resultados de salud. Además, un estudio reciente descubrió que las personas con más tipos de bacterias intestinales tienen un menor riesgo de grasa abdominal.
Sin embargo, los expertos advierten que, si bien la investigación inicial sobre los efectos de la diversidad bacteriana en la grasa abdominal es prometedora, se necesita más investigación antes de poder establecer un vínculo claro.
Los alimentos ricos en fibra soluble incluyen las batatas, frutas como los albaricoques y las naranjas, las coles de Bruselas, las legumbres y los cereales como la avena...
Aunque la fibra soluble puede ayudar a reducir la grasa abdominal, no es recomendable consumir mucha fibra soluble de golpe. Esto puede causar efectos secundarios como calambres estomacales, diarrea e hinchazón. Es mejor aumentar la ingesta de fibra gradualmente para mejorar la tolerancia del cuerpo.
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Fuente: https://laodong.vn/suc-khoe/giam-mo-bung-hieu-qua-bang-cach-an-nhieu-chat-xo-hoa-tan-1388208.ldo
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