Las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) y las Fuerzas paramilitares de Apoyo Rápido (RSF) acordaron un alto el fuego de 72 horas a partir del 25 de abril, tras conversaciones negociadas con la mediación de Estados Unidos y Arabia Saudita.
Sin embargo, según Reuters, al caer la noche, seguían oyéndose disparos y explosiones en Omdurmán, una de las ciudades hermanas de la capital, Jartum. También se registraron combates en la refinería de combustible de la ciudad de Bahri.
Evacuados de Sudán sentados en un avión militar. (Foto: Reuters)
Desde que estallaron los combates entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Seguridad Revolucionarias (RSF) el 15 de abril, las fuerzas paramilitares se han atrincherado en zonas residenciales y el ejército ha intentado atacarlas desde el aire. Los combates han convertido estas zonas en campos de batalla. Los ataques aéreos y los bombardeos han causado la muerte de al menos 459 personas, herido a más de 4.000, destruido hospitales e interrumpido la distribución de alimentos.
Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que una de las partes en conflicto había tomado el control del centro nacional de salud en Jartum y expresó su preocupación por los posibles riesgos biológicos de los patógenos del sarampión y el cólera, ya que las vacunas estaban almacenadas allí.
Tras la salida de las embajadas y los trabajadores humanitarios del tercer país más grande de África, algunos temieron que los civiles que permanecían allí corrían mayor peligro si no se mantenía una tregua de tres días. Los combates han paralizado los hospitales y otros servicios esenciales, y han dejado a muchos atrapados en sus hogares con escasez de alimentos y agua.
Un portavoz de la Casa Blanca dijo que el equipo de seguridad nacional del presidente estadounidense Joe Biden continúa hablando con los líderes militares en Sudán para poner fin a los combates y brindar ayuda humanitaria.
La oficina humanitaria de la ONU (OCHA) dijo que la escasez de alimentos, agua, medicinas y combustible se estaba volviendo "extremadamente severa", con los precios de los productos básicos, incluida el agua embotellada, disparándose y la agencia obligada a reducir sus operaciones por razones de seguridad.
La agencia de la ONU para los refugiados predice que cientos de miles de personas podrían huir a países vecinos. Desde que comenzaron los combates, decenas de miles han huido a Chad, Egipto, Etiopía y Sudán del Sur.
En Jartum, las calles de una de las zonas urbanas más grandes de África están prácticamente desiertas. Quienes quedan intentan refugiarse en sus casas mientras afuera se desatan los combates.
“La situación se ha vuelto muy peligrosa, incluso en zonas no bombardeadas”, declaró por teléfono el periodista francés Augustine Passilly mientras intentaba cruzar a Egipto. “No queda nada en las tiendas, ni agua, ni comida. La gente ha empezado a salir armada”.
Fuente: VTC (Fuente: Reuters)
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