El Acuerdo UE-MERCOSUR no es sólo un acuerdo comercial sino también un símbolo de cooperación entre el Norte y el Sur del hemisferio.
La página Gisreportsonline acaba de publicar un artículo sobre la Unión Europea (UE) y el Mercado Común Sudamericano (MERCOSUR) que han estado negociando un Tratado de Libre Comercio (TLC) durante más de 2 décadas y que las dos partes pronto podrían llegar a un acuerdo a través de este TLC. muchos obstáculos.
Abrir la puerta a la cooperación
En consecuencia, las negociaciones sobre un ALC entre la UE y el MERCOSUR se llevan a cabo desde 1999 y, sin embargo, la implementación del proyecto de acuerdo firmado en 2019 aún está estancada.
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay establecieron el MERCOSUR en 1991 mediante el Tratado de Asunción, con el objetivo de promover el libre comercio y la circulación de bienes, personas y capital entre los estados miembros. La iniciativa se lanzó a raíz de los procesos de redemocratización en América del Sur y fue vista como una forma de fortalecer los vínculos económicos y políticos en la región.
En 2024, el Senado de Bolivia votó para aprobar el protocolo para que el país se convirtiera en miembro (Venezuela también es miembro oficial, pero está suspendido desde diciembre de 12).
A lo largo de la década de 1990 y principios de la de 2000, el MERCOSUR logró avances significativos en la reducción de aranceles y la promoción de la integración económica entre los estados miembros.
El MERCOSUR es un logro histórico en la región y uno de los hitos importantes para la integración económica latinoamericana. Foto de : Rio Times |
Aunque el MERCOSUR ha firmado numerosos acuerdos comerciales con países como Egipto, India e Israel, aún no ha llegado a un acuerdo de libre comercio con las economías más grandes. mundo son Estados Unidos, China y la UE.
Las negociaciones del acuerdo comercial entre el MERCOSUR y la UE, que comenzaron en 1999, estuvieron entre las más largas de la historia reciente. El objetivo es crear un acuerdo de libre comercio integral que cubra no sólo bienes y servicios, sino también inversiones, adquisiciones públicas y derechos de propiedad intelectual. Ambas partes ven beneficios potenciales.
Para el MERCOSUR se trata de aumentar el acceso a los grandes mercados de consumo y a la tecnología avanzada de la UE, y para la UE se trata de ampliar las oportunidades en las economías en desarrollo de América del Sur. En los países del Mercosur, un TLC con la UE podría traer beneficios económicos tangibles y fomentar una mayor integración económica y política, fortaleciendo la posición de América Latina en los asuntos globales.
Sin embargo, las negociaciones encontraron dificultades debido a la oposición de los agricultores europeos preocupados por las importaciones baratas de América Latina o por preocupaciones ambientales. Mientras tanto, en América del Sur, existen preocupaciones sobre el impacto del acuerdo en las industrias locales y es poco probable que el TLC reciba apoyo de los escépticos del libre comercio.
Obligada a buscar otras áreas para perseguir acuerdos de libre comercio, la UE firmó acuerdos formales con dos grupos latinoamericanos, el Foro del Caribe (Cariforum) y la Asociación Centroamericana, un acuerdo comercial multilateral con tres miembros de la Comunidad Andina (Colombia, Ecuador y Perú) y acuerdos bilaterales con Chile y México.
Si se ratifica, el acuerdo UE-MERCOSUR crearía un mercado de más de 750 millones de consumidores –casi el 10% de la población mundial– y casi el 20% del PIB mundial. En términos de población, este es también el mayor acuerdo comercial alcanzado tanto por la UE como por el MERCOSUR.
Específicamente, este TLC elimina los aranceles sobre más del 90% de las exportaciones del MERCOSUR a la UE, permitiendo un mayor acceso al mercado europeo para los productos agrícolas del MERCOSUR como carne vacuna, aves, azúcar y etanol, al tiempo que beneficia a los fabricantes de la UE que desean aumentar las exportaciones. con recortes arancelarios a automóviles, autopartes, productos químicos, maquinaria y textiles. Según la Comisión Europea (CE), este TLC puede ayudar a ahorrar 4,5 millones de euros en impuestos al año.
Lidiar con mucho potencial
El presidente brasileño Lula y la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, se reunieron en las Naciones Unidas en septiembre y dijeron que habían resuelto algunas diferencias en las negociaciones entre los dos bloques. En consecuencia, la ratificación del acuerdo parece el resultado más probable.
El acuerdo podría ser aprobado parcialmente por una mayoría cualificada de al menos 15 estados de la UE –que luego necesitaría ser ratificado por el Parlamento Europeo–, lo que significa que la falta de apoyo de Francia y Austria (en caso afirmativo) no representa una amenaza. Mientras tanto, se podría persuadir al presidente paraguayo Peña e incluso al presidente argentino Milei para que firmen un acuerdo basado en las posibilidades comerciales que este TLC podría abrir.
Los expertos dicen que el acuerdo comercial UE-MERCOSUR tiene implicaciones importantes para la geopolítica global. El acuerdo podría impulsar los flujos comerciales, la integración económica y los vínculos políticos entre Europa y América del Sur, lo que podría conducir a una mayor cooperación en otros temas globales.
Sin embargo, dijeron los analistas, todavía es posible que el acuerdo se mantenga en un estado precario.
Considerando las dos décadas de negociaciones seguidas de cinco años de no ratificación, es probable que el status quo continúe. También es posible que los presidentes de los estados miembros del MERCOSUR no lograran llegar a una decisión interna sobre el acuerdo, retrasando así la cuestión hasta que hubiera una mayor cohesión ideológica dentro del grupo.
Fuente: https://congthuong.vn/thoa-thuan-thuong-mai-eu-mercosur-gieo-mam-hop-tac-toan-cau-363991.html