Son Doong es la cueva más grande del planeta, con una longitud total de casi 9 km, una enorme cúpula de más de 200 m de altura, más de 150 m de ancho y un volumen total de aproximadamente 38,5 millones de m³. Además de su enorme tamaño, esta cueva es especial porque alberga un ecosistema propio con un bosque primigenio formado por la luz que se filtra a través de dolinas, ríos subterráneos, nuevas especies de criaturas y un hermoso sistema de estalactitas... (Foto: Oxalis Adventure).
La cueva Son Doong posee dos dolinas naturales que permiten el paso de la luz. La dolina 1 se llama «¡Cuidado con los dinosaurios!». En esta zona, el techo de la cueva se ha derrumbado, creando una claraboya que conecta con el exterior. La altura desde la boca de la dolina hasta el punto más bajo es de aproximadamente 450 metros. En días soleados, entre las 11:00 y las 13:00, esta dolina deja que la luz penetre profundamente en la cueva, iluminando todo el techo. La luz del sol, combinada con la bruma de la cascada, crea una escena mágica y única. (Foto: Oxalis Adventure).
El sumidero 2, llamado Jardín de Edam, se encuentra a aproximadamente 1 km del sumidero 1. Este sumidero tiene una profundidad de 252 m desde la boca hasta el fondo de la cueva. (Foto: Oxalis Adventure).
El sumidero del Jardín de Edam parece un pozo gigante visto desde arriba. Lo que hace especial a este sumidero es que alberga un bosque primigenio en su fondo, justo dentro de la cueva Son Doong. (Foto: Oxalis Adventure).
Según los exploradores, gracias a la abundante luz solar del exterior, junto con la cantidad de fertilizante proveniente del guano de murciélago, excrementos de aves, etc., se ha desarrollado la vegetación en el fondo de este sumidero. (Foto: Oxalis Adventure).
Debido a la naturaleza del bosque, situado a gran profundidad bajo tierra, los árboles suelen tener troncos pequeños pero son muy altos (algunos alcanzan los 40-50 m de altura, mientras que el diámetro de su tronco es mucho menor que el de otros árboles de la misma especie). (Foto: Oxalis Adventure).
En las zonas menos luminosas, la flora se compone principalmente de musgos y helechos. (Foto: Oxalis Adventure).
Además de la diversidad de plantas, en el “Jardín del Edén” también hay algunos animales como pájaros, ardillas voladoras, serpientes, arañas, mariposas… o monos que bajan a buscar comida. (Foto: Oxalis Adventure).
Desde el fondo del sumidero, los visitantes pueden contemplar el cielo estrellado en las noches despejadas o las nubes que se desplazan sobre el "Jardín del Edén" al amanecer. O las cascadas que descienden del techo de la cueva en días de fuertes lluvias. (Foto: Oxalis Adventure).
Fuente: https://suckhoedoisong.vn/khu-rung-nguyen-sinh-day-bi-an-duoi-long-dat-169250807081828295.htm






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