El Departamento de Cultura Popular (Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo) envió un documento a las localidades solicitando que las ofrendas de estrellas para alejar la mala suerte se transformen en servicios lucrativos; y que en los festivales no se realicen actividades con signos de herejía, superstición y contrarias a las buenas costumbres y tradiciones.
Entre los grandes festivales con grandes multitudes que necesitan una vigilancia estrecha se incluyen el festival Hien Quan y el festival de la oración del búfalo (Phu Tho); el festival de la fundición de Buda, el festival del robo de phet, el festival de la lucha de búfalos (Vinh Phuc); la pagoda Huong, el templo Soc (Hanoi); la ceremonia de apertura del sello del templo Tran ( Nam Dinh ); y la lucha de búfalos Do Son (Hai Phong).
A finales de enero, el primer ministro Pham Minh Chinh solicitó a los presidentes de provincias y ciudades que impidieran la superstición, las ofrendas estelares, la invocación de almas, el culto a los muertos y el culto a los acreedores en establecimientos religiosos. Es necesario combatir las actividades religiosas distorsionadas, que se desvían de las normas y que generan lucro.
En el ámbito cultural de nuestro país, una de las actividades con mayor afluencia de participantes es probablemente el festival del Año Nuevo Lunar. En muchas localidades, como Nam Dinh, durante el Año Nuevo tradicional se celebran hasta 100 festivales de todo tipo entre enero y marzo del calendario lunar.
Además de los festivales con tradiciones de larga data, muchas localidades de todo el país han "creado" recientemente muchos festivales nuevos, en su mayoría festivales con elementos espirituales para atraer gente y turistas, por ejemplo, el Festival de la Princesa Huyen Tran en Thua Thien Hue.
Vale la pena mencionar que además de las bellas tradiciones culturales de la nación, desde hace muchos años, nuestras fiestas de primavera han sido terreno fértil para que las actividades supersticiosas “florezcan”.
Las actividades más comunes son quemar papel votivo, rellenar estatuas de Buda y de santos con monedas, pelearse y pisotearse unos a otros para robarse la buena suerte, y luego realizar médiums espirituales, adivinar el futuro, predecir la fisonomía, rezar a las estrellas para alejar la mala suerte...
Esto hace que la frontera entre la ortodoxia, entre la práctica religiosa, la creencia y la superstición en la comunidad sea a veces y en algunos lugares tan frágil que es imposible distinguirla.
Aunque la ley (Decreto Nº 38/2021/ND-CP del Gobierno que regula las sanciones administrativas por infracciones en los ámbitos de la cultura y la publicidad y el Código Penal de 2015) ha estipulado claramente multas y penas de prisión por actos relacionados con la superstición.
Sin embargo, en realidad, la ley aún no se ha puesto en práctica. Las actividades de venta de dioses y santos, la incultura y la heterodoxia en las festividades han existido y siguen existiendo debido a su "eficacia" económica, que se ve "favorecida" por la ignorancia y el engaño de un gran número de personas, a pesar de los esfuerzos de las autoridades locales por intervenir.
Por lo tanto, es necesario que el Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo emita un documento solicitando a las localidades vigilar de cerca las festividades multitudinarias y eliminar o sustituir las costumbres que no sean adecuadas a la tendencia de integración y desarrollo durante el Año Nuevo Lunar.
Pero para ser más eficaces, el Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo y las localidades deben ser más enérgicos con campañas específicas y sistemáticas, además de la supervisión. La eliminación o sustitución de costumbres que no se ajusten a la tendencia de integración y desarrollo debe ser firme y sustancial.
Por último, sigamos estrictamente la ley, junto con la propaganda y la concienciación...
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