En los mercados tradicionales, las cebolletas cuestan solo unos pocos miles el manojo, y a menudo se colocan junto con hierbas o especias.
Esas cebolletas, aparentemente comunes, en realidad contienen una gran cantidad de nutrientes que la ciencia lleva años estudiando. Desde el sistema inmunitario, el sistema cardiovascular, los huesos y las articulaciones, hasta la piel y la visión, las cebolletas tienen un impacto positivo innegable.
Poder inmunológico
Las cebolletas son ricas en vitamina C y vitamina A, dos nutrientes esenciales para el sistema inmunitario. La vitamina C actúa como un escudo antioxidante, ayudando al cuerpo a combatir virus y bacterias, y también contribuye a reducir el riesgo de infecciones durante los cambios de clima.
Los compuestos naturales de las cebolletas tienen propiedades antibacterianas y antivirales leves, por lo que las gachas de cebolla vietnamitas para aliviar el resfriado no son solo un remedio popular, sino que también tienen una base biológica bastante clara.
Protege tu corazón con potentes compuestos

Las cebollas verdes tienen muchos beneficios para la salud (Foto: Getty).
Las cebolletas contienen alicina y quercetina, dos principios activos muy conocidos en la investigación cardiovascular. Ayudan a reducir el colesterol malo y a regular la presión arterial.
Cuando los niveles de colesterol y la presión arterial se mantienen estables, el riesgo de formación de placa también se reduce significativamente. Gracias a ello, la cebolla verde se convierte en una de las especias que ayudan a proteger las arterias y a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, desde infartos hasta accidentes cerebrovasculares.
Potencial anticancerígeno de la familia Allium
Las cebolletas pertenecen a la familia de las aliáceas, que según numerosos estudios, ayudan a prevenir el cáncer. Los compuestos orgánicos de azufre presentes en las cebollas, especialmente el sulfuro de alilo, tienen la capacidad de ralentizar el crecimiento de las células cancerosas y limitar las enzimas que estimulan este proceso.
Estudios publicados han demostrado que el consumo regular de cebollas verdes puede contribuir a reducir el riesgo de cáncer de estómago y de próstata.
Sistema digestivo saludable
Las cebolletas aportan una cantidad significativa de fibra natural. La fibra desempeña un papel importante en el aumento de la motilidad intestinal, favoreciendo la eliminación de desechos y ayudando a limitar el estreñimiento.
Los aceites esenciales y las propiedades caloríficas de la cebolleta ayudan a estimular las secreciones digestivas, a calentar el estómago y a aliviar la flatulencia. En los platos tradicionales, la cebolleta se suele añadir al final, no solo para realzar el sabor, sino también para facilitar la digestión.
Huesos fuertes y coagulación sanguínea estable
Mucha gente se sorprende al saber que las cebolletas contienen una gran cantidad de vitamina K, un nutriente importante para la absorción del calcio. Cuando la cantidad de vitamina K es adecuada, el cuerpo aumenta la densidad ósea, lo que ayuda a fortalecer los huesos y a reducir el riesgo de osteoporosis.
Esta vitamina también desempeña un papel esencial en la coagulación sanguínea, ayudando a que las heridas sanen más rápido.
Beneficioso para los ojos y mejora la calidad de la piel
Las cebollas verdes contienen vitamina A, luteína y zeaxantina, tres nutrientes bien conocidos en las investigaciones sobre la salud ocular.
La vitamina A ayuda a proteger la retina y a limitar la degeneración macular, mientras que la luteína y la zeaxantina actúan como filtros naturales contra la luz azul y otros agentes dañinos para los ojos.
Para la piel, la vitamina C presente en las cebolletas ayuda a estimular la producción de colágeno, aumentar la elasticidad y conseguir una piel más joven y sana. Asimismo, la vitamina C limita los efectos de los radicales libres, un factor que provoca el envejecimiento prematuro de la piel.
Favorece el control del azúcar en sangre, beneficioso para personas con riesgo de diabetes
Se ha demostrado que los compuestos de azufre presentes en las cebolletas mejoran la sensibilidad a la insulina, ayudando al cuerpo a utilizar el azúcar en sangre de forma más eficiente.
Algunos estudios demuestran que añadir regularmente cebollas verdes a las comidas puede ayudar a estabilizar el azúcar en sangre, lo que supone una opción natural para quienes buscan prevenir o controlar la diabetes.
Fuente: https://dantri.com.vn/suc-khoe/loai-la-re-nhat-cho-viet-lai-la-thuoc-quy-ngua-ung-thu-20251114071038297.htm






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