El jengibre no sólo es una especia popular en los platos, sino que también tiene un efecto maravilloso al ayudar a calentar el cuerpo y aumentar la resistencia en el frío invierno.
1. ¿Por qué deberías comer jengibre en invierno?
Con su sabor picante y sus numerosos beneficios para la salud, el jengibre es delicioso y nutritivo, y su versatilidad permite añadirlo a numerosos platos. Sus beneficios para la salud se deben principalmente a sus antioxidantes, propiedades antiinflamatorias y a los compuestos que contiene. Su aroma único proviene de sus aceites naturales, el más importante de los cuales es el gingerol.
Estudios demuestran que el jengibre tiene excelentes propiedades antiinflamatorias, antivirales y antibacterianas. Estimula el sistema inmunitario para que se proteja mejor contra virus como la gripe o la bronquitis durante la temporada de resfriados.
El jengibre contiene poderosos antioxidantes y propiedades antiinflamatorias.
En la medicina tradicional oriental, el jengibre es un medicamento muy eficaz. Tiene un sabor picante, dispersa el frío y el viento, es cálido y ayuda a calentar el cuerpo desde el interior, por lo que se usa a menudo para tratar resfriados, dolores de cabeza, escalofríos, congestión nasal, dolor abdominal por resfriado, hinchazón, indigestión, tos, flemas y tos por bronquitis.
Además, el jengibre fresco también se utiliza como un ingrediente valioso en el procesamiento de medicamentos, reduciendo los efectos secundarios, aumentando el calor y aumentando el efecto analgésico de algunas medicinas orientales.
Los compuestos del jengibre ayudan a diluir la flema, reducir la tos y suavizar la garganta. También reduce los dolores musculares, lo cual es muy útil en días de clima cambiante.
Gracias a sus potentes efectos antiinflamatorios, el jengibre puede ayudar a aliviar el dolor en personas con osteoartritis o reumatismo en climas húmedos. Consumir jengibre también ayuda a reducir las náuseas, estimular la digestión, reducir la hinchazón y la indigestión.
Según una investigación de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., el jengibre contiene diversos compuestos fenólicos bioactivos, como gingeroles, gingerenona A, zingerona, shogaoles, paradoles y quercetina. Además, el jengibre también contiene diversos compuestos terpénicos, como β-bisaboleno, α-curcumeno, zingibereno, α-farneseno y β-sesquifelandreno. También contiene polisacáridos, lípidos, ácidos orgánicos y fibra cruda. Todos estos compuestos activos convierten al jengibre en un potente antioxidante y antiinflamatorio.
Numerosos estudios han demostrado que el gingerol reduce el riesgo de infecciones bacterianas y virales. En concreto, se ha comprobado su alta eficacia contra las bacterias orales asociadas con la gingivitis y la periodontitis, así como contra las infecciones por el virus respiratorio sincitial. Por estas razones, el jengibre se utiliza a menudo para mejorar la digestión, reducir las náuseas y ayudar a combatir la gripe y el resfriado común.
2. Cómo utilizar el jengibre de forma más eficaz en invierno
El jengibre se encuentra comúnmente fresco, seco, molido y en jugo. Consumirlo crudo es la mejor manera de maximizar sus beneficios para la salud. El jengibre crudo tiene un sabor más intenso y contiene más antioxidantes.
Para elegir un jengibre fresco y delicioso, al comprarlo, elija uno viejo y pequeño, con piel áspera pero firme al tacto. Raspe ligeramente la piel con los dedos. Si observa una clara diferencia de color entre la piel y la pulpa, y percibe un aroma picante, se trata de jengibre fresco y delicioso con un alto contenido de aceite esencial.
El jengibre debe lavarse para eliminar la suciedad y la arena, envolverse bien y guardarse en el refrigerador. Además, el jengibre fresco se puede conservar durante mucho tiempo colocándolo en una maceta con arena, enterrándolo en ella y dejándolo en un lugar fresco.
La forma más sencilla es usar jengibre fresco como especia en platos cotidianos. Se puede añadir a sopas, salteados, guisos... para realzar el sabor del plato, a la vez que calienta el estómago y facilita la digestión.
Beber té de jengibre es bueno para la digestión y ayuda a tratar los resfriados.
Otra forma popular de usarlo es preparar té de jengibre. Beber té de jengibre estimula la digestión, reduce las náuseas y es una forma eficaz de reducir el estrés y la fatiga causados por los síntomas incómodos de la gripe, el resfriado o los dolores corporales.
Preparar té de jengibre es muy sencillo, solo hay que preparar una raíz de jengibre fresca, lavarla, triturarla, añadirle agua hirviendo o ponerla en una tetera, verter agua hirviendo y dejar reposar durante 10 minutos antes de beberla.
También puedes preparar té de jengibre con miel, que también es muy bueno para quienes sufren de tos por infecciones respiratorias, ya que el jengibre y la miel tienen propiedades antiinflamatorias. La miel ayuda a recubrir el revestimiento del estómago y la garganta, aliviando eficazmente la garganta.
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/ly-do-nen-an-gung-vao-mua-dong-172241127181127413.htm
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