Al respirar, inhalamos aire por la garganta hasta los pulmones. Al acostarnos, la garganta se estrecha. El flujo de aire a través de esta zona estrecha hace vibrar las membranas mucosas y provoca ronquidos, según el sitio web de salud Healthline (EE. UU.).
Los ronquidos son un signo de apnea del sueño y deben tratarse.
Los resfriados y las alergias pueden causar congestión nasal y goteo nasal. Esto puede aumentar el riesgo de roncar. Una vez curada la enfermedad, los ronquidos desaparecen. Sin embargo, para algunas personas, los ronquidos son un problema crónico.
Los ronquidos pueden ser molestos tanto para quienes comparten la cama como para quienes están despiertos. Pero más allá del impacto social, los ronquidos crónicos pueden ser una señal de alerta de un problema de salud grave que requiere tratamiento.
Los ronquidos son uno de los síntomas comunes de la apnea del sueño, un trastorno del sueño. La zona de la garganta no solo vibra, sino que también se bloquea constantemente, impidiendo que el aire entre en los pulmones, reduciendo así la cantidad de oxígeno que llega al cerebro y dificultando un sueño profundo. Las personas con esta afección sufren al menos 10 episodios completos de apnea del sueño en una noche. Este es un problema grave que puede incluso causar la muerte por falta de oxígeno.
No todas las personas que roncan padecen apnea del sueño. Por lo tanto, es importante diagnosticar la afección. Para determinar la causa, el médico podría examinarle la cabeza y el cuello para detectar anomalías.
Los ronquidos pueden resultar molestos tanto para la pareja como para quienes están despiertos.
Los síntomas comunes de la apnea del sueño incluyen ronquidos y pausas en la respiración. Esto a menudo no lo nota la persona que duerme con ellos, sino solo la persona con quien comparten la cama. Al despertar por la mañana, el paciente presenta dolores de cabeza inexplicables, fatiga, falta de energía, presión arterial alta o ritmo cardíaco irregular.
Los pacientes con apnea del sueño necesitan tratamiento oportuno. Los síntomas tienden a empeorar con la edad y el aumento de peso.
Los estudios demuestran que el sobrepeso y la obesidad son uno de los principales factores de riesgo de apnea del sueño. Además, los factores genéticos, la inflamación de las amígdalas y la congestión nasal también aumentan el riesgo de apnea del sueño, según Healthline.
La apnea del sueño se puede controlar durmiendo de lado, bajando de peso, evitando el alcohol y no tomando cafeína cerca de la hora de acostarse. Su médico también podría recomendarle aparatos dentales para levantar la mandíbula o cirugía nasal si es necesario.
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