El 1 de diciembre, la comunidad en línea y los aficionados al automovilismo en Shanghái (China) quedaron conmocionados por la escena de un grave accidente de tráfico en el que se vio involucrado el coche eléctrico Nio EC6. La colisión fue tan fuerte que la parte trasera del SUV eléctrico se rompió y se separó por completo de la carrocería. Aunque la estructura del coche sufrió graves daños, el incidente se convirtió en una sorprendente prueba de la capacidad de proteger a los pasajeros y la seguridad del sistema de baterías de esta línea de vehículos.
El accidente ocurrió cuando el Nio EC6 circulaba a alta velocidad, adelantando por la izquierda y colisionando con un coche con cámara de tablero que circulaba en la misma dirección. Este impacto inicial provocó que el conductor perdiera el control, el coche giró lateralmente y viró bruscamente a la derecha, impactando de frente contra la mediana por detrás.

Según el informe técnico preliminar del incidente, la causa de los graves daños estructurales del vehículo se debió a las características de la mediana. El borde superior de esta mediana de hormigón era muy estrecho, de tan solo unos 12 cm de ancho, actuando como una gigantesca cuchilla roma. Al colisionar a alta velocidad, la enorme presión local ejercida por la mediana seccionó el pilar C y desgarró el piso trasero del vehículo. La consecuencia obvia fue que la parte trasera del vehículo se deformó y se separó del habitáculo principal. Sin embargo, cabe destacar que el habitáculo mantuvo la integridad necesaria, creando un espacio de supervivencia para los ocupantes.
Inmediatamente después del accidente, el sistema de seguridad del Nio EC6 funcionó con gran eficacia. Los sensores detectaron la colisión de inmediato y desbloquearon automáticamente las puertas. Las manijas ocultas se desplegaron automáticamente, permitiendo a los ocupantes escapar rápidamente o facilitar las labores de rescate. El fabricante Nio confirmó que el coche no contaba con tecnología de asistencia a la conducción autónoma en el momento del accidente, descartando que la causa fuera un error de software.

Otro punto positivo importante que ha llamado la atención de los expertos es el estado de la batería. A pesar del extremo impacto físico que provocó la deformación y rotura del chasis, la batería del EC6 no se incendió en absoluto. La inspección in situ no reveló indicios de fuga térmica ni explosión, una preocupación constante para los usuarios de vehículos eléctricos en caso de accidente.
El personal de Nio llegó rápidamente al lugar tras la notificación de emergencia del sistema del vehículo. Las dos personas que viajaban en el vehículo fueron trasladadas al hospital para ser examinadas . Afortunadamente, ambas sufrieron heridas leves y no pusieron en peligro su vida, un resultado considerado milagroso en comparación con la gravedad del accidente.

El Nio EC6 es un SUV cupé eléctrico de tamaño mediano, producido por el fabricante chino desde 2020, y es muy apreciado por su diseño y rendimiento. La última versión 2025, que se estrelló en este incidente, está equipada con un sistema de tracción integral permanente con dos motores eléctricos, que genera una potencia combinada de hasta 482 CV. El vehículo utiliza una batería de 100 kWh, que proporciona una impresionante autonomía de hasta 630 km, según los estándares CLTC. Este accidente, aunque causó importantes daños materiales, se convirtió accidentalmente en una dura prueba para la rigidez del habitáculo y la seguridad de la batería en los vehículos eléctricos de nueva generación.
Fuente: https://khoahocdoisong.vn/nio-ec6-gay-doi-sau-tai-nan-kinh-hoang-hanh-khach-thoat-nan-than-ky-post2149073245.html






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