Muchas personas se han mirado al espejo y notado una pequeña protuberancia en sus dientes o muelas frontales. Esta protuberancia parece parte de un diente, es indolora y no está inflamada, por lo que a menudo se ignora. Solo cuando esta protuberancia se astilla y el diente empieza a doler, el paciente acude al médico y descubre que no se trata de una estructura dental normal, sino de una anomalía anatómica llamada brote accesorio.
A primera vista, el brote accesorio puede parecer inofensivo, simplemente un crecimiento adicional de esmalte y dentina, pero en realidad puede causar diversos problemas dentales: puede interferir con la mordida, acumular placa y causar caries, e incluso exponer la pulpa, causando pulpitis y dolor intenso si se rompe o desgasta. Esto se debe a que el brote accesorio no solo está compuesto de estructura de esmalte y dentina, sino que también contiene tejido pulpar real en su interior.
Cabe mencionar que muchas personas tienen dientes adicionales sin saberlo, hasta que presentan complicaciones o dolor prolongado. Incluso al ir al dentista, el médico a menudo los pasa por alto. Por lo tanto, comprenderlos correctamente, detectarlos a tiempo y tratarlos a tiempo es fundamental para preservar los dientes naturales y prevenir complicaciones.
¿Qué es la yema accesoria de un diente?
Las cúspides accesorias son una parte del tejido esmalte-dentinario que se desarrolla excesivamente durante la formación del diente, creando una protuberancia o cúspide anormal en la superficie dental. Esta estructura suele ser brillante como el esmalte, lo que hace que muchas personas piensen erróneamente que es la forma natural del diente. Sin embargo, la estructura de las cúspides accesorias no es solo esmalte, sino que también puede contener dentina y tejido pulpar real, lo que las hace muy sensibles y vulnerables.
Dependiendo de la ubicación y la morfología, los pezones accesorios pueden aparecer en muchas formas diferentes:
● Incisivo secundario: es un tipo común que se encuentra en la parte interna de los incisivos superiores, con forma de garra, similar a una cúspide que crece en el centro del interior del diente. En casos raros, se puede encontrar en la parte externa de los incisivos.
● Yemas secundarias en premolares: este tipo es muy común y causa numerosas enfermedades, especialmente en los premolares inferiores, y se observa con frecuencia en asiáticos. Las yemas crecen en la superficie masticatoria, tienen una forma más afilada de lo normal, lo que dificulta la masticación y puede romperse al morder con fuerza.
● Cúspides accesorias molares: generalmente ubicadas en la parte interna del molar superior, llamadas cúspides de Carabelli, pueden ser solo una cresta de esmalte ligeramente elevada.
La mayoría de las veces, las yemas adicionales aparecen solas, pero también hay casos en los que varios dientes tienen yemas adicionales o aparecen simétricamente en ambos lados. Aunque parezca que no afectan a ningún diente, debido a su estructura anormal, estos dientes son propensos al desgaste o la rotura, especialmente al ser sometidos a una fuerte fuerza masticatoria. En estos casos, si las yemas contienen pulpa, el diente puede presentar dolor intenso y pulpitis aguda, lo que requiere tratamiento inmediato para preservarlo.

Los dientes accesorios no son muy conocidos y muchas veces no se tratan con prontitud.
¿Por qué aparecen los dientes secundarios?
La yema supernumeraria no es una enfermedad, sino una anomalía en el proceso de formación dental. Se debe a anomalías en el desarrollo dental y a la interacción entre factores genéticos y ambientales. Las alteraciones en la diferenciación morfológica de los dientes contribuyen significativamente a estas anomalías. Durante el desarrollo del germen dental en el hueso maxilar, este y los precursores del órgano del esmalte a veces se hiperactivan, proliferan de forma anormal o se evierten, provocando que una parte del tejido dental sobresalga de su forma normal, creando una yema extra.
La causa exacta aún no se comprende del todo, pero las investigaciones sugieren que la genética influye. Los niños cuyos padres han tenido pezones extra grandes tienen un mayor riesgo de desarrollar esta afección. Otros factores, como los trastornos hormonales durante el embarazo, los traumatismos mandibulares durante la dentición y los efectos de los medicamentos y el entorno, también pueden contribuir al desarrollo de esta deformidad.
Posible daño si no se trata
Anteriormente, el impacto de la pieza dental extra no era muy conocido y, a menudo, no se intervenía con prontitud. Sin embargo, las complicaciones que causa pueden ser muy graves si no se detectan y tratan a tiempo.
En primer lugar, la corona accesoria suele presentar una estructura frágil de esmalte-dentina, que se desgasta o rompe fácilmente al masticar. En ese momento, el tejido pulpar interno queda expuesto, lo que provoca una pulpitis aguda con síntomas de dolor intenso, especialmente nocturno. Si se prolonga, esta afección puede progresar a necrosis pulpar e inflamación periapical, lo que requiere un tratamiento de conducto complejo. En ocasiones, una infección de rápida progresión puede causar reabsorción radicular, que eventualmente requiere la extracción del diente.
En segundo lugar, el surco entre la tetina accesoria y el cuerpo del diente es donde la placa y los alimentos se acumulan fácilmente, creando condiciones propicias para el crecimiento de bacterias. Estas zonas serán muy difíciles de limpiar por uno mismo. Como resultado, los dientes son susceptibles a las caries en los surcos alrededor de la tetina accesoria, lo que a su vez causa gingivitis y mal aliento.
Además, las cúspides accesorias pueden interferir con la mordida cuando el diente crece. En particular, los incisivos con cúspides accesorias son susceptibles a traumatismos oclusales, que pueden causar necrosis pulpar e inflamación periapical. En niños, las cúspides accesorias grandes o puntiagudas pueden causar traumatismos en los tejidos blandos de la lengua o la mejilla.
¿Cuándo debo acudir al dentista?
Las revisiones dentales tempranas y regulares son esenciales para evaluar adecuadamente su condición. Debe consultar a un dentista si presenta alguno de los siguientes síntomas:
● Detectar dientes con protuberancias extrañas, salientes o sensación de estar atascados al morder, especialmente en los dientes frontales o premolares.
● Los dientes están sensibles al comer alimentos calientes o fríos, incluso aunque antes no tuvieran caries.
● Las áreas de corona astilladas, descoloridas o picadas pueden ser signos de caries o pulpa expuesta.
● Dolor sordo o agudo al masticar, especialmente en dientes que han sido desgastados o empastados.
● Dientes que han sido “desgastados” pero aún presentan dolor o un dolor persistente: esto podría ser un signo de pulpitis subyacente.
Un examen temprano no sólo ayuda a los médicos a detectar y tratar las complicaciones rápidamente antes de que ocurran, sino que también ayuda a preservar los dientes reales en la mayor medida posible, evitando la necesidad de un tratamiento de conducto o restauraciones complicadas más adelante.
Fuente: https://suckhoedoisong.vn/rang-co-num-phu-nguy-co-bien-chung-neu-khong-dieu-tri-kip-thoi-169251205152158672.htm










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