Las clases de beneficencia en Dong Nai son impartidas por la gente común: monjes de instituciones religiosas, profesores jubilados, estudiantes voluntarios e incluso trabajadores por turnos que aún aprovechan su tiempo libre para dar clases particulares a niños pobres. Por ejemplo: la clase de beneficencia de la monja Pham Thi Kim Lan (parroquia de Phu Ly) en la aldea balsera de Suoi Tuong (aldea de Suoi Tuong, comuna de Tri An); la clase de beneficencia inaugurada por la Sra. Loi Thi Bich Hien (grupo étnico Nung, residente en el barrio de Phuoc Tan) en el mismo barrio, o la clase de beneficencia de 0 VND - Compartiendo conocimientos en el barrio de Bien Hoa, establecida por el Sr. Duong Phuoc Vinh, de Changshin Vietnam Co., Ltd. (barrio de Tan Trieu) y la Sra. Nguyen Hoa (residente en el barrio de Bien Hoa).
Los profesores de las clases benéficas mencionadas no reciben salario ni asignación, pero perseveran en sus clases con el único deseo de no dejar a ningún niño rezagado en circunstancias difíciles. Comprenden que cuando los niños aprendan a leer y escribir y desarrollen su personalidad, su futuro y el de la sociedad serán muy diferentes. La paciencia de los profesores y el esfuerzo de los alumnos han hecho de cada clase un acto hermoso: hermoso por compartir, por la responsabilidad comunitaria y, sobre todo, hermoso por la convicción de que la educación puede cambiar el destino.
En particular, la importancia de las clases de caridad no se limita a la enseñanza de las letras. Es donde los niños pobres se nutren de valores vitales: saber amar, ser honestos y educados; saber soñar y creer en el futuro. Aquí también es donde la comunidad comprende el significado de la bondad, fomentando así la responsabilidad social. Estas clases contribuyen, discreta pero significativamente, a mantener la seguridad social y a reducir el riesgo de niños de la calle y el trabajo infantil prematuro.
Sin embargo, para que las clases benéficas sigan siendo eficaces, se necesita un mayor apoyo. En primer lugar, apoyo para las instalaciones comunitarias: escritorios, sillas, lámparas, libros, material escolar, cosas aparentemente pequeñas pero sumamente prácticas. Al mismo tiempo, los sectores funcionales y las autoridades locales también deben prestar más atención a los estudiantes de estas clases. Necesitan apoyo para reintegrarse a las escuelas públicas si cumplen los requisitos; necesitan acceder a formación profesional, necesitan capacitación en habilidades para la vida y cultivar sus sueños; y orientación profesional para asegurar que sus vidas no se limiten a dificultades inmediatas.
Cuando la comunidad une sus manos, las clases de caridad no sólo son un lugar para difundir el conocimiento y ayudar a los niños pobres a acceder al conocimiento, sino que también se convierten en un puente para llevarlos a un futuro más brillante, entrando a la vida con fe en el conocimiento, la amabilidad, la compasión y el compartir.
Thu Ngoc
Fuente: https://baodongnai.com.vn/xa-hoi/202512/thap-sang-tri-thuc-niem-tin-va-su-tu-te-cho-tre-em-ngheo-912095b/










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