Es un logro "bonito", pero la preocupación es real.
En cuanto a resultados, el entrenador Kim Sang Sik está haciendo un excelente trabajo con la selección sub-22 de Vietnam, manteniendo una racha invicta en todos sus partidos oficiales, desde el torneo sub-23 del Sudeste Asiático hasta las eliminatorias asiáticas sub-23. Aún más impresionante es la solidez del sistema defensivo construido por el Sr. Kim, que solo ha recibido un gol en cada torneo.
Sin embargo, dejando de lado las estadísticas, es evidente que el juego de Vietnam Sub-22, desde la defensa hasta el ataque, es problemático. Si bien la defensa ha encajado pocos goles, en realidad ha tenido que depender en gran medida de la suerte y del talento individual de los porteros para compensar los errores sistemáticos.

Lo más alarmante es el estancamiento en el ataque. El preocupante punto en común entre la selección de Vietnam y la sub-22, dirigida por Kim Sang Sik, es la ineficacia en la definición.
Esto obliga a los expertos a preguntarse: ¿Es posible que la capacidad organizativa y el pensamiento táctico de los jugadores no hayan cumplido con los estrictos requisitos del entrenador Kim Sang Sik?
O, por el contrario, ¿acaso la filosofía del estratega coreano no se adapta a las cualidades de los jugadores vietnamitas? Sea cual sea el motivo, las constantes oportunidades perdidas dificultan la seguridad de todos.
Vietnam Sub-22 necesita una identidad más clara
Es innegable que el entrenador Kim Sang Sik ha ayudado al fútbol vietnamita a mantener su posición y sus buenos resultados. Pero el fútbol no se trata solo de los números en el marcador, sino también de las emociones y la convicción que transmite su estilo de juego. En este aspecto, la afición tiene derecho a estar insatisfecha.
Exigir un cambio en la selección sub-22 de Vietnam no implica doble moral; es decir, querer ganar y, además, ganar con estilo. La afición solo necesita un estilo de juego más claro, con intenciones más concretas, como en la época del entrenador Park Hang Seo.

En aquel entonces, ya fuera defendiendo al contraataque o imponiendo, el equipo dirigido por Park Hang Seo mostraba una identidad más o menos distintiva. Pero ahora, Vietnam Sub-22 está ganando de forma bastante difícil y sin rumbo.
Esta expectativa es completamente legítima y fundada. La selección sub-22 de Vietnam ha tenido todo un año para prepararse y ha recibido una inversión significativa de la VFF con una serie de viajes de entrenamiento y torneos amistosos de alta calidad. Con tal inversión, es difícil aceptar que el equipo siga sin jugar bien ni tener confianza.
Es hora de que Vietnam Sub-22 sea diferente, demuestre sus verdaderas habilidades y gane la medalla de oro de los Juegos del Sudeste Asiático 33 de una manera absolutamente digna en lugar de esconderse detrás de las victorias duramente ganadas y el elemento de suerte que se ha visto.
Fuente: https://vietnamnet.vn/u22-viet-nam-can-su-khac-biet-khong-the-cho-vao-van-may-2468366.html






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