Chris Williams, exvicepresidente de recursos humanos de Microsoft, explicó esto. La primera razón, según él, es que recortar los salarios de los ejecutivos no tiene un gran impacto.
Tomemos como ejemplo a Google o Microsoft. Ambas emplean a unas 200.000 personas y han despedido a unas 10.000 en el último año. Sus directores ejecutivos también ganan salarios similares, alrededor de 2 millones de dólares al año. Para estas empresas, recortar 10.000 empleos les ahorraría unos 1.000 millones de dólares al año en costes. Si no pagaran al director ejecutivo, solo ahorrarían el 0,2 % de esa cantidad.
La remuneración real de los directores ejecutivos del sector tecnológico es mucho mayor. Por ejemplo, el director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, ganará 200 millones de dólares en 2023, mientras que su homólogo de Microsoft, Satya Nadella, se llevará casi 50 millones de dólares en 2022. Esto se debe a que reciben acciones en función de su rendimiento y de los resultados de la empresa.
Esta práctica es popular en el mundo corporativo porque no desembolsa dinero directamente de la empresa. La magia contable la hace muy económica para la empresa. Y lo que es más importante, las juntas directivas consideran positivo "encadenar" al director ejecutivo a las acciones. Si el director ejecutivo no puede resolver los problemas, su remuneración se verá gravemente afectada. Si actúa para aumentar el valor de la empresa, todos se benefician.
Al igual que los salarios, dado que las adjudicaciones de acciones no afectan los ingresos actuales de la empresa, recortarlas no le ahorrará a la empresa costos adicionales.
Otra razón por la que los directores ejecutivos no sufren recortes salariales es la escasez de profesionales cualificados. Hay muy pocos líderes con experiencia que dirijan empresas multimillonarias con cientos de miles de empleados y operaciones globales. Williams afirma que la competencia es feroz y todos conocen su valor. Por lo tanto, si recortan la remuneración y ofrecen menos que otras empresas del sector, se arriesgan a perder a su líder.
Actualmente, en un contexto económico difícil, algunos directores ejecutivos se han comprometido a compartir información con sus empleados. Por ejemplo, el director ejecutivo de Google se ofreció a reducir su salario hace un año, y el director ejecutivo de Apple solicitó públicamente reducir sus acciones a la mitad. Sin embargo, el salario base de Tim Cook no ha cambiado (3 millones de dólares).
Sin embargo, la mayoría de la gente no lo hace. Usan las excusas anteriores para satisfacerse a sí mismos, a sus juntas directivas y a sus accionistas. Luego regresan a sus empresas y expresan con emoción lo difícil que es todo, lo triste que es ver a la gente desempleada y cómo desearían que hubiera otras opciones. Sobre todo, hablan de trabajar juntos y construir una empresa más sólida en el futuro.
(Según Insider)
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