Auckland City sufrió una derrota por 0-10 ante el Bayern Munich en la Copa Mundial de Clubes de la FIFA. |
Hay grandes resultados en el fútbol, y hay resultados que te hacen preguntarte: ¿por qué se juega este partido? El Bayern Múnich 10-0 Auckland City no solo fue la mayor goleada en la historia del Mundial de Clubes, sino también la prueba viviente de que la FIFA está arriesgando el prestigio del torneo al ampliarlo a 32 equipos.
El juego termina en 5 minutos.
En teoría, la Copa Mundial de Clubes ampliada busca impulsar el crecimiento del fútbol mundial. Pero cuando un equipo semiprofesional de Nueva Zelanda, donde los jugadores deben entrenar después del trabajo, se enfrenta a un equipo que ha ganado 34 títulos de la Bundesliga y seis Ligas de Campeones, la noción de "justicia" o "competencia" se convierte en una broma pesada.
Cualquier sueño romántico terminó pronto. Kingsley Coman solo tardó cinco minutos en abrir el marcador. A partir de ahí, los goles llovieron en el TQL Stadium de Cincinnati como consecuencia natural.
En el minuto 45, el marcador era 6-0, igualando el antiguo récord del Mundial de Clubes establecido por Al-Hilal en 2022. Cuando sonó el pitido final, el marcador marcaba 10-0 y los jugadores de Auckland levantaron la vista como si acabaran de vivir un partido que no estaba al mismo nivel.
Musiala, que entró en el minuto 61, logró anotar un hat-trick, mientras que Thomas Müller redondeó la goleada con su gol número 250 con el Bayern. Un ensayo para el campeón alemán.
Pero la cuestión no es que el Bayern ganara por goleada; aún necesitaban demostrar que iban en serio, y lo hicieron. La cuestión es: ¿por qué dejar que un equipo como el Auckland City, a pesar de sus esfuerzos, se enfrente a una montaña sin equipo de escalada?
La victoria del Bayern Múnich deja muchos interrogantes para la FIFA. |
Esta no es simplemente la historia de 90 minutos de un solo partido. La diferencia entre el Bayern y el Auckland es la historia de dos mundos diferentes.
Un equipo tiene un imperio con una facturación de casi 740 millones de libras, el otro un club que gana tan solo 491.000 libras al año. Un equipo gasta 400.000 libras semanales en el salario de Harry Kane, mientras que el otro impone un límite de 150 dólares neozelandeses (menos de 70 libras) a los jugadores semiprofesionales.
En pocas palabras, al jugador mejor pagado de Auckland le tomaría… más de 100 años ganar lo que Kane gana en una semana.
La diferencia también viene del valor de la plantilla (Bayern casi 770 millones de libras, Auckland menos de 4 millones), las condiciones de entrenamiento, la cantidad de personal de apoyo e incluso la posición en el ranking de Opta: el Bayern ocupa el sexto lugar, Auckland... 5.074.
Además, la plantilla de Auckland incluye profesores de primaria, peluqueros, agentes de seguros y estudiantes. El lateral izquierdo Nathan Lobo incluso tuvo que presentar sus exámenes de admisión a la universidad en un hotel durante el torneo.
¿El sueño global de la FIFA se está convirtiendo en una farsa?
La idea de "globalizar" el fútbol es hermosa. Pero no siempre es viable sin los pasos adecuados. Cuando la FIFA amplió el Mundial de Clubes a 32 equipos, no solo amplió el campo de juego, sino que expuso una brecha que gran parte del mundo no estaba preparada para cerrar.
El Bayern supera completamente al Auckland en todos los aspectos. |
El Auckland no tiene la culpa. Se merece plenamente el torneo, cuatro veces campeón de Oceanía y trece veces campeón de la Liga de Campeones de la OFC. Pero ponerlos en el mismo grupo que el Bayern es irrazonable, como poner a estudiantes de primaria en un examen de ingreso a un doctorado y culparlos por... tener un mal desempeño.
¿El resultado? El partido fue una comedia. Un equipo disparó 31 veces, tuvo el 72% de la posesión y marcó 10 goles. El otro equipo solo tuvo un disparo flojo y apenas tocó el balón en campo contrario.
El impacto del partido no se limitó al marcador. En redes sociales, muchos lo criticaron abiertamente, calificándolo de " antideportivo " e "indigno de ser transmitido". Otros lo calificaron de "el mejor día de la carrera del jugador de Auckland", lo cual es cierto, pero más un consuelo que una realidad.
Incluso la comentarista del partido, Anita Asante, admitió que esta era una "oportunidad especial" para Auckland. Pero al público no se le pidió que viera una "oportunidad". Se les prometió un torneo de primer nivel, con competencia y calidad, algo que claramente faltó en Cincinnati esa noche.
El entrenador del Bayern, Vincent Kompany, declaró tras el partido: «Tenemos que mantener la humildad. Pero este es un partido serio y los retos que nos esperan serán más difíciles».
Tiene razón. El próximo partido contra Boca Juniors será la verdadera prueba. Pero antes, el partido contra Auckland será recordado, no por su tecnicismo, sino por las preguntas que le deja a la FIFA: ¿Es hora de despertar de este sueño global?
Fuente: https://znews.vn/10-0-tai-club-world-cup-khoang-cach-khien-fifa-phai-suy-nghi-post1561132.html
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