Igualdad con IA

Décadas de experiencia docente me han ayudado al menos a comprender algo importante en el contexto en el que el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) está revolucionando muchas cosas: que tanto profesores como alumnos son iguales ante una tercera inteligencia muy trascendente, muy objetiva y fría.

En algún lugar del mundo , se han escuchado historias de profesores indignados porque sus alumnos usaron IA para hacer las tareas. También se han dado casos de estudiantes que han presentado una solicitud a la escuela para obtener el reembolso de su matrícula tras descubrir que sus profesores usaron IA para preparar material didáctico, como el caso reciente de la Universidad Northeastern (Massachusetts, EE. UU.).

Es absurdo que los profesores prohíban a los alumnos usar una tercera inteligencia, una superinteligencia como la IA, para estudiar y hacer las tareas. Es lo mismo que prohibirles leer libros. ¿Qué preocupa a los profesores? ¿Será porque los alumnos ya no necesitarán las soluciones del profesor en clase, porque ya están disponibles gracias a una tercera inteligencia? ¿Y supondrá eso una gran pérdida de poder para los profesores?

Por el contrario, la reacción de los estudiantes cuando el profesor usa IA para preparar las clases también es irrazonable. Porque que el profesor trabaje con una inteligencia superior como la IA para hacer la clase más profunda y perspicaz también es positivo. Entonces, ¿cuál es la naturaleza de la reacción de los estudiantes en este caso? ¿Acaso piensan que si el profesor también usa IA como yo, por qué tengo que pagar para estudiar con él? ¿Y es eso, de hecho, una pérdida inaceptable de los derechos del alumno?

La respuesta a ambos casos no radica en si utilizar la IA para hacer tareas o preparar conferencias, sino en la filosofía misma y en cómo utilizar la IA para hacer esas cosas.

Profesores, por favor, no teman que los estudiantes usen IA. Recuerden, en la historia de la humanidad, cuando se publicaron los primeros libros, se temía que dañara la memoria humana. Cuando se usaron computadoras en el aula, se temía que los niños no supieran hacer matemáticas a mano; cuando Google Search se popularizó, se temía que los niños fueran perezosos para pensar y solo supieran buscar. Pero el aprendizaje de los jóvenes sigue avanzando. Entonces, ¿es necesario considerar la IA como una amenaza para el verdadero aprendizaje?

Estudiantes, por favor, no sean alérgicos a que los profesores usen IA para preparar las clases. Si se les permite usar IA para aprender más rápido y comprender con mayor profundidad, ¿por qué no pueden usarla para que las clases sean más nítidas, multidimensionales y oportunas? La IA no empeora las clases. Tengan la certeza de que cuando los profesores usan la IA de forma responsable y creativa, es porque quieren brindarles un conocimiento más profundo, ampliado y respaldado por una tercera inteligencia superior.

Solo hay una cosa que tanto profesores como alumnos deben temer, y ambos deben ser justos e iguales al aprovechar el apoyo de la IA. Es decir, no copiar y pegar, no usar la IA como sustituto del alumno o del profesor. Los alumnos no deben dejar que la IA haga sus tareas por ellos. Los profesores no deben dejar que la IA prepare sus clases por ellos. La IA no nos impide convertirnos en seres humanos con dignidad, identidad, pensamientos y sueños propios, a menos que los pierdan con facilidad y descuido.

Fuente: https://thanhnien.vn/binh-dang-voi-ai-18525080322081173.htm