La puntuación total de mi hija en las tres materias del examen es de poco más de 15, lo que significa que no logró ingresar en ninguna de las tres escuelas públicas preferidas, que ella y su esposo habían elegido de antemano.
Dijo que lo que la sorprendió y la hizo sentir "decepcionada" fue que la puntuación total de su hijo en las tres materias del examen fue muy baja, sólo ligeramente por encima del promedio, a pesar de que su hijo estaba en la clase avanzada de la escuela y mantuvo constantemente el título de estudiante excelente durante nueve años consecutivos.
Los padres acompañarán a sus hijos durante los días de exámenes y continuarán haciéndolo incluso después de que se anuncien los resultados.
FOTO ILUSTRATIVA: NHAT THINH
Desde que se enteró de los resultados de sus exámenes y no logró entrar en ninguna de sus tres escuelas públicas, su hija ha estado muy disgustada. Llora, se encierra en su habitación y se niega a comer. Su madre dijo que, por ahora, lo intentarán todo y ha presentado un recurso para que se reevalúen sus exámenes, aferrándose a un pequeño rayo de esperanza.
Esta es también la situación común y la tristeza de muchos padres hoy en día, cuyos resultados en el examen de ingreso al décimo grado de sus hijos no cumplen con sus expectativas.
Para los estudiantes en el último año de la escuela secundaria, el examen de ingreso al décimo grado en las escuelas públicas es increíblemente estresante.
Dar lo mejor de sí en un examen, tener expectativas y confianza para asegurarse un lugar en una escuela secundaria pública de primer nivel es en última instancia un sueño, y tales aspiraciones son perfectamente legítimas si los niños tienen la habilidad, la capacidad y buenos resultados académicos.
Sin embargo, además de la habilidad y el buen rendimiento académico, toda competencia requiere un factor de suerte. Reprobar o no aprobar el examen de admisión a décimo grado en las escuelas públicas no es el fin para los estudiantes como lo es ahora. Los padres, tutores y los propios estudiantes tienen muchas opciones y caminos para su futuro.
Lo más importante que debemos recordar ahora mismo es que los padres, tutores y familiares deben mantener la calma y ser siempre un sólido apoyo para que los niños se sientan verdaderamente seguros, comprendidos y apoyados. En particular, eviten crear presión "involuntaria" o "invisible" con palabras y acciones que puedan herir a los niños.
[anuncio_2]
Enlace de origen






Kommentar (0)