El Sr. Vuong nació y creció en la comuna de Huu Vi, provincia de Mongolia Interior (China), en una familia de agricultores pobres. En los años 1970, el trabajo de este hombre consistía en recoger pertenencias y chatarra en zonas residenciales para venderlas por dinero.
Mientras estaba en el trabajo, el Sr. Vuong usó una pequeña pala en su mano para cavar entre la basura tirada por la gente. Al cavar durante un rato, el anciano descubrió muchos objetos metálicos brillantes uno al lado del otro. En particular, descubrió algo que emitía luz amarilla y pesaba unos 5 kg. Pensando que era oro, el Sr. Vuong rápidamente lo recogió, lo guardó en su bolsillo y lo trajo a casa inmediatamente.
Al regresar a casa, el anciano tomó el objeto que acababa de recoger y lo lavó. Detrás de la capa de tierra hay una capa brillante de oro, encima de la cual hay algunos personajes estampados y dibujos que se asemejan a dragones y pájaros. En ese momento, el Sr. Vuong pensó que había encontrado oro, pero aún no estaba seguro. Por lo tanto, decidió llevar el artículo que acababa de recoger al banco para su autenticación.
En el banco, el personal confirmó que el artículo era oro. Sin embargo, debido a que esta pieza de oro contenía muchas impurezas, el banco se negó a comprarla. Después de negociar y ofrecerle un plan al anciano, el Sr. Vuong aceptó que el personal del banco lo ayudara a fundir el oro que encontró y a venderlo por 1200 yuanes (alrededor de 4 millones de VND). En la década de 1970, 4 millones de VND era una cantidad enorme de dinero y podría considerarse una fortuna para este pobre anciano. Por lo tanto, después de recibir la cantidad de dinero "cayendo del cielo", el Sr. Vuong no pudo evitar sentirse feliz y contó la historia a sus vecinos.
La noticia de que el anciano había encontrado oro se difundió ampliamente y, finalmente, llegó a oídos de expertos culturales e históricos. Sospechaban que el oro que vendía el Sr. Vuong podría ser alguna reliquia histórica, por lo que lo buscaron de manera proactiva. Basándose en la descripción del anciano, los expertos concluyeron que la pieza de oro que recogió podría ser alguna reliquia de los antiguos hunos y data de miles de años. Se estima que el valor real de ese artículo puede ascender a 200 millones de yuanes (alrededor de 690 mil millones de VND). Desafortunadamente, este artículo fue derretido antes por el anciano.
El derretimiento de las reliquias hizo que las autoridades chinas en ese momento se preocuparan de que si esta situación continuaba ocurriendo, podría causar daños inconmensurables a la arqueología y a la historia del país. Por lo tanto, a partir del 19 de noviembre de 11, China promulgó una nueva ley, que es la "Ley sobre la Protección de Reliquias Culturales de la República Popular China". Estipula claramente que todas las reliquias culturales encontradas bajo tierra, en aguas interiores y en las aguas territoriales y territorios de China son propiedad de este Estado.
Según Toutiao