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¡No perdidos sino crecidos juntos!

Báo Công thươngBáo Công thương15/03/2025

Aunque la fusión de provincias y ciudades ha sido estudiada y considerada cuidadosamente por las autoridades competentes y aceptada por la mayoría de la población, aún existen preocupaciones...


La fusión de provincias, la abolición de los niveles distritales y la racionalización de los niveles comunales son políticas importantes que han atraído la atención pública. Si analizamos la historia, desde la era de Minh Mang hasta la actualidad, en los últimos dos siglos, nuestro país ha experimentado diez procesos de separación y fusión de provincias. Esto demuestra que no se trata de algo nuevo, sino de una ley objetiva, que siempre se adapta a las necesidades de desarrollo de cada época.

Eliminando barreras al desarrollo

Vietnam tiene actualmente una superficie de 331.212 km² y una población de más de 100 millones de personas, pero mantiene un aparato administrativo compuesto por 63 provincias y ciudades; 705 distritos; y 10.595 comunas y distritos. En comparación con países de tamaño similar, este aparato es demasiado grande, consume un gran presupuesto, limita los recursos para el desarrollo y carece de cohesión, lo cual constituye un importante obstáculo para futuros avances.

Sáp nhập tỉnh, thành: Không mất đi mà cùng lớn mạnh!
En 2008, Hanoi amplió sus fronteras y se fusionó con Ha Tay, lo que ayudó a la capital no solo a aumentar su población a 8 millones de personas, sino también a lograr un gran avance en la atracción de inversiones y la tasa de crecimiento (Foto: Quang Dung)

Sin reformas, Vietnam corre el riesgo de quedar atrapado en la trampa de la renta media y rezagado en el proceso de globalización. Por lo tanto, la política del Partido y el Gobierno de fusionar provincias y racionalizar el aparato administrativo se considera un paso inevitable, con el mayor consenso popular debido a sus grandes beneficios a largo plazo y prometedores.

Además de reducir los costos presupuestarios y las cargas administrativas, las fusiones provinciales también abren oportunidades para que las economías regionales se desarrollen de forma sincronizada, evitando la duplicación de la planificación. Una opinión en redes sociales planteó la hipótesis de que, si se fusionaran varias provincias del noreste, podría surgir una "superprovincia" económica del noreste, lo que generaría un fuerte impulso para el desarrollo coordinado de los puertos marítimos, el turismo y la industria, superando así la situación en la que cada localidad planifica de forma diferente y "hace las cosas a su manera".

Las lecciones del pasado demuestran que este modelo es conocido y muy eficaz. Por ejemplo, en 2008, Hanói amplió sus fronteras y se fusionó con Ha Tay, lo que ayudó a la capital no solo a aumentar su población a 8 millones de personas, sino también a impulsar la inversión y el crecimiento. Esto demuestra claramente que, al eliminar las barreras administrativas, los recursos se asignarán de forma más razonable, impulsando el desarrollo sostenible.

Por otro lado, se busca crear mayor sincronización y rigor en la planificación y las políticas. Actualmente, muchas provincias pequeñas suelen tener dificultades para competir con las grandes, pero existe una estrecha conexión económica entre ellas. Esto genera numerosas deficiencias en el desarrollo, especialmente en términos de infraestructura.

Tomemos como ejemplo la historia de las carreteras: una provincia cuenta con presupuesto para construir una carretera, pero la provincia vecina carece de recursos suficientes, lo que causa interrupciones del tráfico y ralentiza el proceso de desarrollo. Si estas localidades se fusionaran, la planificación sería más sistemática y unificada, lo que facilitaría al gobierno central la implementación de proyectos interregionales, como la Autopista Norte-Sur, sin verse obstaculizado ni interrumpido por las fronteras administrativas.

¡Crezcamos juntos!

Por supuesto, la fusión de provincias no es un asunto sencillo, sino un gran paso que requiere una cuidadosa consideración. Sin embargo, cabe destacar que no hay mejor momento que ahora, cuando el país reúne todas las condiciones para llevar a cabo una reforma radical, una revolución administrativa completa y revolucionaria. Si desaprovechamos la oportunidad, el futuro sin duda enfrentará más obstáculos.

Anteriormente, uno de los principales obstáculos para las fusiones provinciales era el prejuicio regional y la mentalidad local. Sin embargo, los tiempos han cambiado y la cultura moderna se ha inclinado hacia la integración y la apertura. En lugar de un pensamiento local, las personas aceptan gradualmente la unidad en la diversidad, manteniendo su propia identidad sin aislarse. De este modo, las fusiones provinciales eliminan las fronteras geográficas, reducen la brecha entre localidades, fortalecen la solidaridad y sientan las bases para un futuro de desarrollo común más sostenible.

Además, las autoridades competentes no ignoran un factor importante en los criterios y estándares al estudiar las fusiones provinciales: la similitud cultural, social y la conectividad regional. Las seis regiones socioeconómicas de Vietnam están claramente definidas, por lo que es inevitable realizar ajustes en la dirección de la fusión para adaptarla mejor a la realidad. Esto no solo resuelve las preocupaciones de la población, sino que también genera el mayor consenso posible en la sociedad y el aparato político.

En segundo lugar, las interrupciones administrativas y de la vida cotidiana ya no representan una gran preocupación tras la fusión de provincias. Anteriormente, se manifestaba la preocupación de que, tras la fusión, las personas en zonas remotas tendrían que viajar cientos de kilómetros hasta la nueva capital provincial para completar los trámites, lo que resultaba especialmente difícil para las personas en zonas montañosas con terreno accidentado.

Sin embargo, en el contexto de una fuerte transformación digital, el Gobierno está acelerando la reforma administrativa hacia la digitalización, minimizando así la necesidad de desplazamientos. Por lo tanto, el principal reto no es la distancia geográfica, sino difundir el conocimiento y guiar a la gente hacia el acceso a los procesos digitales. No obstante, con el apoyo de las bases, la gente se irá adaptando gradualmente al nuevo método, lo que hará que los trámites administrativos sean más rápidos y cómodos.

Además, el momento actual se considera una oportunidad propicia, ya que se acerca el XIV Congreso del Partido. Normalmente, tras cada Congreso, se consolida el aparato directivo. Si esperamos hasta más tarde para reorganizarlo, el aparato volverá a ser inestable, lo que generará problemas de personal que deberán abordarse con mayor profundidad. Por lo tanto, la fusión provincial que se está implementando antes del Congreso del Partido facilitará el proceso, garantizando la estabilidad y logrando la máxima eficiencia.

Sin embargo, además de las ventajas mencionadas, aún existen algunas cuestiones que requieren un estudio minucioso, como el plan para nombrar la nueva provincia tras la fusión o la elección del centro político-administrativo para garantizar tanto la herencia como la idoneidad para la nueva etapa de desarrollo. En particular, es necesario considerar cuidadosamente los factores históricos, culturales y tradicionales para que la decisión final no solo sea razonable desde el punto de vista administrativo, sino que también cuente con el consenso popular.

Sin embargo, independientemente de cómo se implemente, será difícil encontrar una solución que satisfaga a todos, y la mentalidad de las personas sin duda se verá afectada en cierta medida. No obstante, cada uno de nosotros debe adaptarse y anteponer el bien común a los sentimientos personales y pasajeros. Miremos más allá de los cambios inmediatos para ver la perspectiva de que el país funcione eficazmente, se desarrolle con fuerza y ​​crezca de forma cada vez más sostenible.

La reforma administrativa nunca ha sido un camino fácil; solo con la unión de toda la sociedad se pueden eliminar todas las dificultades y barreras. Por ejemplo, en aras de una visión global, cuando dos provincias se fusionan, se debe priorizar la elección de un centro de desarrollo existente con infraestructura moderna como "capital", en lugar de desperdiciar recursos en nuevas construcciones, lo cual resulta costoso, derrochador y prolonga el período de transición.

Lo importante no es el nombre ni la ubicación del centro administrativo, sino la innovación de pensamiento, la racionalización del aparato y la mejora de la eficiencia de la gobernanza nacional. ¡Fusionar provincias y ciudades no significa perder, sino crecer juntos!


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Fuente: https://congthuong.vn/sap-nhap-tinh-thanh-khong-mat-di-ma-cung-lon-manh-378331.html

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