El primer viaje de un canciller alemán a Asia Central en 14 años ha dejado muchas promesas, pero queda un largo camino por recorrer antes de que estas promesas se hagan realidad.
| De izquierda a derecha: el canciller alemán Olaf Scholz, el presidente kazajo Kassym-Jomart Tokayev y el presidente de Uzbekistán Shavkat Mirziyoyev. (Fuente: Orda) |
La visita del canciller alemán Olaf Scholz a Kazajstán y Uzbekistán del 15 al 17 de septiembre ha provocado reacciones encontradas a nivel mundial.
Por un lado, la primera visita a estos países del jefe del gobierno alemán en 14 años supone un cambio histórico en las relaciones entre Berlín y los países de Asia Central, y al mismo tiempo conlleva un cambio en la relación general entre la Unión Europea (UE) y la región.
Por otro lado, los comentarios del presidente kazajo Tokayev sobre la supuesta "invencibilidad" del ejército ruso podrían indicar la falta de interés de Astana en continuar la cooperación con Alemania y la UE.
A pesar de la ambigüedad sobre el resultado general de las reuniones del canciller Scholz con los líderes de los países de Asia Central, lo que sí puede afirmarse con certeza es que las energías renovables han ocupado un lugar prioritario en la agenda durante esta visita.
Los debates sobre materias primas críticas e hidrógeno verde dominaron las reuniones en Astana y Samarcanda, aludiendo a la idea de que Asia Central es uno de los socios clave para la transición energética en Alemania en particular y en Europa en general.
Sin embargo, es importante considerar cuán realistas son estas ambiciones, qué alianzas se esperan y qué desafíos pueden surgir durante la colaboración.
Oportunidades para que prosperen las alianzas Z5+1
Berlín lleva tiempo vinculado al sector de la energía verde en Asia Central. Alemania fue uno de los primeros países en establecer el enfoque C5+1 (o Z5+1 en alemán) en la región, reuniendo a cinco países (Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán) para dialogar. Este país de Europa Occidental ha basado su cooperación con Asia Central en el enfoque de la UE, que comenzó en noviembre de 2022 cuando el bloque de 27 miembros y Kazajistán firmaron una alianza estratégica sobre hidrógeno verde y materias primas críticas.
Posteriormente, en julio de 2023, el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier y el primer ministro kazajo Alikhan Smailov iniciaron los primeros procedimientos de perforación de prueba en una gran planta de producción de hidrógeno verde en el distrito de Karakiya, en la región de Mangystau.
Se han acordado proyectos de hidrógeno verde con empresas alemanas, como Svevind (que firmó un acuerdo de inversión con Kazajstán para una iniciativa de hidrógeno verde por valor de más de 50.000 millones de dólares en octubre de 2022), como parte del proyecto Hyrasia One impulsado por Svevind.
Mientras tanto, Uzbekistán siguió un proceso ligeramente distinto al buscar un socio en Alemania que pudiera brindar apoyo financiero para proyectos de pequeña escala. Concretamente, en mayo de 2024, la Organización Alemana de Inversiones se comprometió a apoyar a ACWA Power en el desarrollo de una planta de energía de hidrógeno verde en la provincia uzbeka de Bujará con un préstamo de 25 millones de dólares.
La extracción de materias primas cruciales también es un área en la que Alemania ha incursionado en Asia Central en los últimos años. En septiembre de 2023, la minera alemana HMS Bergenbau anunció un plan de 700 millones de dólares para la extracción de litio en el este de Kazajistán. Sin embargo, dicho plan aún no se ha concretado y, hasta la fecha, no se han presentado nuevas propuestas de desarrollo.
Mientras tanto, para el resto de los países de Asia Central, no hay indicios de interés por parte de Berlín en materia energética, a pesar de que son ricos en importantes materias primas.
El enfoque de Alemania hacia Asia Central es sin duda prometedor y oportuno, dado que la transición energética requerirá una gran cantidad de materias primas importantes, así como suministros de hidrógeno verde. Berlín está deseoso de reactivar la industria, y para ello se necesitarán las materias primas mencionadas, además del hidrógeno verde.
La importancia del hidrógeno se ve reforzada por el hecho de que se utiliza como materia prima en las industrias química y de fertilizantes, y ambas áreas son de vital importancia para Kazajstán, Uzbekistán, Turkmenistán y, en menor medida, para Kirguistán y Tayikistán.
Obstáculos y desafíos
Si bien los puntos anteriores respaldan la afirmación de que la visita del canciller Scholz es oportuna para la transición energética y el desarrollo económico verde en Europa y Asia Central, al mismo tiempo el plan todavía enfrenta desafíos importantes.
| Las energías renovables y el hidrógeno verde encabezan la agenda durante la visita del canciller alemán Olaf Scholz a Asia Central, en septiembre de 2024. (Fuente: Getty Images) |
El primer y más importante desafío es la falta de inversión. El proyecto de energía verde Hyrasia One requiere una financiación de 50.000 millones de dólares y, actualmente, ningún inversor ha mostrado interés. Mientras tanto, se espera que los promotores del proyecto revisen la cantidad de inversión necesaria para 2026, lo que pone de manifiesto la incertidumbre que rodea a esta iniciativa.
De igual modo, en el caso de Uzbekistán, la ambición es demasiado elevada, con el objetivo de construir una planta de hidrógeno verde de 27 GW, mientras que la cantidad total que los inversores alemanes pueden comprometer solo alcanza para un proyecto a pequeña escala de unos 30 MW. Aún no está claro de dónde provendrá la financiación y se necesita el compromiso de las instituciones financieras europeas para poder avanzar.
Considerando la tendencia mundial, mientras que solo el 5 % de los proyectos de hidrógeno verde logran obtener inversión a gran escala para su desarrollo, el nivel de confianza en la culminación de las iniciativas mencionadas es bastante bajo. Esto se evidencia aún más en el hecho de que, de todos los acuerdos por valor de 6300 millones de dólares estadounidenses firmados entre Kazajistán y Alemania, solo un Memorando de Entendimiento sobre cooperación científica en materia de hidrógeno verde resulta relevante.
Se prevé un segundo desafío derivado de los marcos normativos de la UE en materia de diligencia debida corporativa, responsabilidad social y ambiental, como el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM) y la Directiva de Diligencia Debida en Sostenibilidad Corporativa (CSDDD). Empresas con operaciones en África han informado que se estima que estos marcos normativos de la UE generarán pérdidas por valor de 25 000 millones de dólares en el continente.
Y si la alianza amplía su presencia inversora en Asia Central adoptando los marcos mencionados, se prevén pérdidas similares. Incluso podría generar descontento por la carga administrativa que implican estas regulaciones.
Finalmente, un desafío importante ha sido la inclusión y la participación de todos los países de Asia Central. Por ejemplo, el presidente tayiko Emomali Rahmon ha propuesto la participación de entidades alemanas en proyectos hidroeléctricos en Tayikistán.
Por otro lado, el presidente de Kirguistán, Sadyr Japarov, destacó la importancia de los proyectos energéticos y la reducción de la escasez de energía en la región, mientras que el presidente de Turkmenistán fue el menos involucrado en estas discusiones, y la cooperación de Ashgabat con las partes interesadas europeas se limitó a proyectos de pequeña escala.
El enfoque fragmentado de Berlín hacia Asia Central podría conducir a una fragmentación de las opiniones de los estados de Asia Central sobre la UE y sumiría la estrategia general en el caos geopolítico.
Además, los países de Asia Central se encuentran entre los más afectados por los impactos negativos del cambio climático. Invertir en infraestructuras como centrales hidroeléctricas, centrales nucleares y movilidad inteligente/ecológica les ayudará a reducir su impacto ambiental y, potencialmente, a exportar energía limpia. Alemania puede ser un socio estratégico que aporte su experiencia técnica en este ámbito.
En general, la visita del canciller Scholz a Kazajistán y Uzbekistán sin duda generó grandes expectativas para la transición energética, tanto en Asia Central como en Europa. Proyectos ambiciosos podrían reconfigurar los sectores energéticos de Astaná y Taskent, y convertir a ambos países centroasiáticos en exportadores estratégicos de materias primas clave e hidrógeno verde.
Sin embargo, para que estas ambiciones se conviertan en realidad, aún quedan muchos retos por superar. La brecha de inversión actual es demasiado grande y existen varias maneras de superarla.
Como parte de su transición hacia un mundo multipolar, Alemania debe buscar alianzas. Estas podrían surgir a través de un fondo de inversión de la UE para Asia Central o, dada la desaceleración económica en Europa, Berlín podría asociarse con actores regionales como Japón y Corea del Sur —socios con intereses comunes en hidrógeno verde y materias primas críticas— para formar empresas conjuntas de inversión.
Otro problema que se plantea es la carga que CBAM y CSDDD imponen a la economía. Berlín debería iniciar un diálogo en la Comisión Europea y el Parlamento Europeo sobre enmiendas que mantengan los beneficios de la protección ambiental y la importancia de la debida diligencia corporativa, minimizando al mismo tiempo los obstáculos legales y las cargas administrativas.
Finalmente, cabe señalar que la visita del canciller Scholz careció de un enfoque integral para toda Asia Central. Mientras tanto, países más pequeños, como Tayikistán y Kirguistán, necesitan urgentemente la experiencia, la ciencia y la tecnología necesarias para reducir sus impactos ambientales negativos. Para limitar el riesgo de fragmentación en la relación Z5+1, se requiere una agenda más integral e inclusiva.
En resumen, la primera visita de un canciller alemán a Asia Central en 14 años dejó muchas promesas, pero aún queda un largo camino por recorrer antes de que estas promesas se cumplan.
Fuente: https://baoquocte.vn/duc-dat-cuoc-vao-nang-luong-xanh-o-trung-a-lan-gio-moi-mat-lanh-hay-chi-la-giac-mong-dem-he-288519.html






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