Microsoft anunció recientemente una investigación detallada para una plataforma de desarrollo de código impulsada por agentes de inteligencia artificial (IA). En este concepto, a los programadores humanos se les asignará una función de supervisión. La plataforma, llamada AutoDev, se creó para permitir que los agentes de IA interactúen entre sí para desarrollar código.
Estas plataformas de desarrollo automatizadas dependen de múltiples repositorios para manejar tareas de ingeniería de software de naturaleza compleja. Además, los usuarios disponen de las herramientas necesarias para validar sus propios resultados. Las pruebas iniciales muestran que el concepto propuesto por Microsoft se puede realizar.
La pregunta es ¿dónde estará la posición del programador humano? Según una investigación de Microsoft, las tareas de los programadores humanos serán tareas de supervisión, similares a las que hacen los directores de proyectos. En otras palabras, el programador humano ya no escribirá el código necesario para los objetivos de ese programa, sino que se convertirá en un espectador del trabajo realizado por la IA, capaz de intervenir cuando lo considere necesario.
En este futuro, los humanos no tendrán que perfeccionar las técnicas de codificación, sino que deberán ser diligentes en saber explicar sus propósitos para poder intervenir cuando la IA se desvíe de los objetivos definidos en su concepción del proyecto.
Una vez más, este escenario plantea la cuestión de cómo será el futuro si la IA se hace cargo de lo que hacen los humanos. ¿Qué trabajos tendrá la gente en el futuro si todo se hace mediante IA?
Es aún más importante saber quién tiene la capacidad de intervenir si las cosas empiezan a ir mal. En otras palabras, si todo lo hace la IA, ¿quién tendrá el conocimiento para arreglarlo cuando sea necesario? Este es un debate que está lejos de terminar, especialmente con los avances en IA que se informan periódicamente.