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Una vez que se planta el arroz, muere, por lo que se arranca y se aprovecha para cultivar melones. El melón, por su parte, no crece o crece pero no da fruto. Cuando cuaja, el fruto no se puede comer... Esta extraña situación está sucediendo en los campos de 5 aldeas de la comuna de An Tan, distrito de Thai Thuy, Tailandia. Provincia de Binh.
Cientos de agricultores de la comuna de An Tan (Thai Thuy - Thai Binh) miraban con tristeza los campos de arroz muertos. Foto de : VAN PHUC |
La gente cree que la razón se debe a que la Junta Directiva de la Cooperativa de Servicios Agrícolas An Tan y la unidad de irrigación abrieron la compuerta de prevención de salinidad para permitir que el agua salada inundara el campo, causando envenenamiento por sal. Pero el Comité Popular de la comuna de An Tan y del distrito de Thai Thuy no ha reconocido esta causa.
Según los agricultores, hasta el momento unas 176 hectáreas de arroz y cultivos de más de 1.000 hogares de la comuna han resultado dañados, lo que supone una tasa de pérdida de alrededor del 70%. Del 30% restante (no muerto), sólo se cosecha alrededor del 30%, el 70% restante son plantas sin semillas, o tienen semillas que no se pueden comer porque son amargas.
Muchos agricultores han presentado solicitudes a la comuna, pero la comuna no puede gestionarlas, por lo que siguen presentando solicitudes al distrito para pedir a las autoridades que intervengan, investiguen y aclaren.
En la mañana del 31 de mayo, un periodista del periódico SGGP transmitió información sobre este fenómeno al Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Le Minh Hoan.