El profesor Nguyen Thanh Tung, quien ha impartido clases durante más de 20 años en la Escuela Secundaria Le Anh Xuan, en el barrio Minh Phung de Ciudad Ho Chi Minh, es un ejemplo vivo de una hermosa filosofía de vida. Su vida no es solo un viaje de conocimiento, sino también una historia impregnada de amor, que silenciosamente siembra semillas de humanidad en las almas de muchas generaciones de estudiantes.
En las historias sobre la docencia, a menudo solo vemos la imagen del profesor entregado a sus clases, pero rara vez conocemos los sacrificios silenciosos que se realizan tras el aula. El profesor Nguyen Thanh Tung ha elegido un camino distinto: vivir solo para dedicar todo su amor a sus alumnos, especialmente a los niños menos afortunados. Para él, la vida no se reduce a fórmulas químicas o conocimientos biológicos complejos, sino que también es una reacción transformadora de amor que convierte vidas inmaduras en personas fuertes. La vida no se trata solo de números y lecciones, sino también de un viaje silencioso de sembrar semillas de amor: vivir con plenitud.
El profesor Nguyen Thanh Tung, radiante de alegría en el día de la inauguración. FOTO: CEDIDA POR EL AUTOR
El Sr. Tung no solo es un maestro dedicado, sino también un padre y guía para muchos huérfanos y niños desfavorecidos que viven en la pagoda y en las tierras altas. Los ha acogido con los brazos abiertos, cuidándolos y ayudándolos a encontrar un verdadero hogar. Su ayuda no se limita a lo material, sino que también los acompaña y orienta en su educación. Con su gran corazón, les ha ayudado a encontrar una base sólida para superar la adversidad y construir un futuro.
La ayuda del profesor no se limita solo a lo material, sino que también incluye acompañar y guiar a los alumnos en su proceso de aprendizaje. FOTO: PROPORCIONADA POR EL AUTOR
Lo más especial es que el Sr. Tung ha elegido un estilo de vida poco común: el vegetarianismo. No se trata solo de una decisión culinaria, sino de una filosofía de vida que nace de lo más profundo de su ser, una profunda compasión por todas las especies y el medio ambiente. Cree que proteger a los animales es también la forma de proteger nuestro planeta. Ser vegetariano se ha convertido en una manera de expresar su amor por la vida y su responsabilidad con el medio ambiente. Esta filosofía ha sido una gran fuente de inspiración para muchas personas, desde estudiantes hasta compañeros de trabajo, animándolos a vivir de forma más responsable con el mundo que les rodea.
Él acogió y cuidó a los niños, ayudándoles a encontrar un verdadero hogar. FOTO: PROPORCIONADA POR EL AUTOR
La vida del señor Tung no es ruidosa ni ostentosa, sino un testimonio viviente del valor de la bondad. Simplemente hace con discreción lo que le dicta el corazón, desde ayudar a los desfavorecidos hasta mantener un estilo de vida vegetariano. No solo ha vivido, sino que ha vivido con plenitud. No se trata de un eslogan, sino de una filosofía de vida que se manifiesta en cada acción, en cada pensamiento, creando una belleza humana profunda y perdurable.
Siempre tiende una mano a los desfavorecidos. FOTO: PROPORCIONADA POR EL AUTOR
Ha encendido una llama, inspirándonos a creer que cada persona puede sembrar buenas semillas, contribuyendo a una sociedad más amable y humana. El valor de «vivir bellamente» del Sr. Tung es como un río que fluye eternamente, regando las almas sedientas de amor. Ese río ha estado y estará siempre iluminando el camino de quienes buscan una vida plena y con sentido.
Su estilo de vida es una prueba de que la verdadera belleza de una persona no reside en las grandes cosas, sino en las pequeñas y sencillas acciones, dejando una huella de amor, bondad y responsabilidad hacia el medio ambiente a cada paso.
Fuente: https://thanhnien.vn/nguoi-soeo-hat-tot-lanh-giua-doi-thuong-185251003115433158.htm






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