Beber agua tibia con miel y limón, pasar hielo sobre la piel y tomar un desayuno rico en antioxidantes son tres formas de ayudar a nutrir la piel de adentro hacia afuera.
Los arándanos, las uvas, las moras y las berenjenas son alimentos ricos en antioxidantes que ayudan a aumentar el colágeno y rejuvenecer la piel desde el interior.
Mejore la vitamina C de las naranjas, los limones, el brócoli y los aminoácidos esenciales de la carne, los huevos y la leche, combinados con una protección solar adecuada para ayudar a que la piel se mantenga joven durante mucho tiempo.
Para tener una piel joven a los 40 y 50 años es necesario adquirir el hábito de aplicar protector solar desde los 20 años y beber dos litros de agua cada día.
Cambiar el proceso de cuidado para adaptarlo a la naturaleza y las necesidades de la piel a los 40 años ayuda a ralentizar el ritmo del envejecimiento y rejuvenecer la piel.
Beber regularmente jugo de col rizada y manzana o jugo de uva roja ayuda a aumentar la elasticidad de la piel y ralentizar el proceso de envejecimiento.
Las verduras crucíferas, el aceite de oliva, las bayas y las nueces son alimentos ricos en antioxidantes que pueden prevenir el envejecimiento y ayudar a mantener la piel joven.
Una dieta rica en antioxidantes ayuda a limitar los daños de la piel, aumentar la regeneración y prevenir la formación de signos de la edad como patas de gallo, arrugas, manchas…
Una dieta rica en algunos nutrientes esenciales como calcio, vitamina D, hierro, proteínas, omega-3… ayudará a la mujer a mantenerse sana y vivir más tiempo.
Las verduras verdes, el tomate, la zanahoria o la naranja… son alimentos que aportan grandes cantidades de vitaminas y minerales esenciales, ayudando a aumentar el colágeno y rejuvenecer la piel.