Aumente la hidratación, una protección solar adecuada y agregue grasas saludables en su dieta para ayudar a reducir la piel seca y ralentizar el proceso de envejecimiento.
Cambiar el proceso de cuidado para adaptarlo a la naturaleza y las necesidades de la piel a los 40 años ayuda a ralentizar el ritmo del envejecimiento y rejuvenecer la piel.
Una dieta rica en antioxidantes ayuda a limitar los daños de la piel, aumentar la regeneración y prevenir la formación de signos de la edad como patas de gallo, arrugas, manchas…
Los alimentos con alto contenido de sal, los fritos o los encurtidos pueden provocar deshidratación, provocando sequedad en la piel y acelerando el envejecimiento.
Comer sólo alimentos hervidos o al vapor puede parecer un hábito saludable, pero puede causar deficiencia de grasa, provocando una piel seca, tirante y menos flexible.