Vietnam.vn - Nền tảng quảng bá Việt Nam

Antony está eufórico tras el precio de 100 millones de euros.

Tras ser tildado de "fracaso" después de su fichaje por 100 millones de euros por el Manchester United, Antony parecía haber perdido su brillo y la confianza de la afición. Sin embargo, en el Real Betis, el brasileño está reescribiendo su propio destino.

ZNewsZNews10/05/2025


Antonio hermano 1


En el universo del fútbol moderno, los números a menudo determinan el destino. Cien millones de euros: la cifra que sumió a Antony en una espiral de enormes expectativas, una presión asfixiante y, finalmente, el fracaso en el Manchester United. Pero a veces, son las historias que parecen haber terminado las que dan pie a los comienzos más brillantes.

Del torbellino de Sao Paulo a la decepción de Manchester

Cuando Erik ten Hag apostó su carrera al fichar a Antony para el Old Trafford, creía haber encontrado al jugador perfecto: un extremo derecho técnico, rápido y creativo. Lo que Sir Alex Ferguson una vez llamó «los ángeles voladores», aquellos que forjarían el legado del Manchester United.

La realidad fue demasiado cruel. Antony no era Fred ni Andreas Pereira: jugadores brasileños aceptados porque las expectativas no eran muy altas. Llegó con la etiqueta de estrella, con la presión de demostrar que valía los 100 millones de euros que costaba. Sus característicos giros se volvieron inofensivos, y sus tiros de larga distancia se convirtieron en objeto de burla en las redes sociales.

«Fracaso»: esa etiqueta se le quedó pegada a Antony, convirtiéndolo de estrella en lastre. Y cuando surgieron los problemas extradeportivos, la situación empeoró aún más. El despiadado mundo del fútbol estaba listo para olvidar el nombre de Antony.

Justo cuando Old Trafford estaba a punto de rendirse, una llamada de Manuel Pellegrini, el veterano estratega del Real Betis, lo cambió todo. El Betis no es un equipo rico; simplemente buscan talentos olvidados para relanzar. Como Luis Alberto, Nabil Fekir, Isco o ahora Antony.

«¿Qué necesitas para reencontrarte contigo mismo?», preguntó Pellegrini. La respuesta fue sencilla: fe. Eso es algo que el Betis está dispuesto a brindarle al brasileño, sin exigirle que demuestre nada de inmediato.

Antonio II

Antony está en racha con el Real Betis.

Sevilla, la ciudad de los toreros y el flamenco, donde la pasión lo es todo, se convirtió en el lugar perfecto para que Antony resurgiera. Allí, la gente no lo veía a través del prisma de las estadísticas, sino simplemente como un jugador con talento y unas ganas enormes.

El Sevilla, equipo blanquiazul, encontró la mejor versión de Antony en su histórica andadura en la Conference League. No de inmediato, no sin dificultades, pero poco a poco, "Tonny" (como le llamaban sus compañeros) regresó.

Cuatro goles y tres asistencias quizás no parezcan mucho, pero su calidad y precisión son excepcionales. Los dos goles contra la Fiorentina en la semifinal fueron una muestra de la clase que aún conserva: la volea desde fuera del área que superó a David de Gea, el tiro libre que silenció a Artemio Franchi. Y el pase que abrió la defensa de la Fiorentina para que Abde Ezzalzouli anotara el gol de la victoria confirmó que el Antony del antiguo Ajax había regresado.

El momento en que el astro brasileño cayó de rodillas, con lágrimas en los ojos tras el partido de vuelta de la semifinal, no fue solo una emoción pasajera. Fue la suma de noches en vela en Manchester, de comentarios hirientes, de sentirse abandonado. Y también un momento de liberación: cuando un jugador se reencuentra consigo mismo.

Renacido con el alma andaluza

En una entrevista reciente, el legendario Joaquín —símbolo viviente del Betis— llamó a Antonio «Antonio de Triana», en honor al famoso barrio sevillano. No se trataba de un simple apodo cariñoso, sino de un reconocimiento de que el jugador brasileño formaba parte del Betis, de Sevilla, de esta orgullosa tierra andaluza.

"Cuando me llamó así, sentí que había nacido aquí", dijo Antony. "La gente de Sevilla me dio algo más valioso que el dinero: respeto".

Antonio III

Antony está demostrando su valía en el Real Betis.

Y la afición del Betis respondió con amor incondicional. Lo ovacionaban cada vez que tocaba el balón, coreaban su nombre una y otra vez, no por sus regates vistosos, sino porque veían una entrega genuina. En Villamarín, Antonio ya no era un fiasco de 100 millones; era simplemente Antonio, el hijo de Triana.

Con el Betis en la final de la Conference League —la primera final europea en los 117 años de historia del club— Antony tiene la oportunidad de hacer historia de una manera excepcional. Si el Manchester United gana la Europa League y el Betis la Conference League, se convertirá en doble campeón de Europa en la misma temporada, una hazaña que ni siquiera las superestrellas más famosas han logrado.

Pellegrini, con su vasta experiencia, reveló: "Nunca he visto a un jugador que luche tanto consigo mismo como Antony. En cada entrenamiento, en cada partido, parece estar demostrando algo, no a mí ni a sus compañeros, sino a sí mismo".

Y ese es el secreto de su resurgimiento. Antony ya no sufre por el precio del traspaso ni por la presión externa; simplemente está recuperando la alegría de jugar al fútbol. Cuando se liberan las ataduras y se deposita la confianza, el verdadero talento del jugador brilla.

Se acerca el verano y, con él, las decisiones difíciles. El Manchester United, a pesar de su revolución bajo la nueva dirección de INEOS, se enfrenta a la cuestión de qué hacer con su inversión de 100 millones de euros. Mientras tanto, el Betis, con recursos limitados, debe encontrar la manera de retener a su nueva estrella.

Tal vez la respuesta se encuentre en las propias palabras de Antony: "Lloré muchas veces. Con mi madre, mi esposa, mis hermanos. Pasamos por momentos muy difíciles para llegar a este punto. Le doy gracias a Dios por haberme traído al lugar al que pertenezco".

«Pertenencia»: dos palabras sencillas, pero llenas de significado. Para un jugador que ha experimentado suficiente presión y decepción, encontrar un lugar al que pertenecer vale mucho más que contratos lucrativos.

Sea lo que sea que le depare el futuro, Antony —o Antonio de Triana— ha dejado una huella imborrable en la historia del Real Betis. No por su fama ni su valor de mercado, sino por todo lo más puro del fútbol: pasión, dedicación y el deseo de resurgir de las cenizas.

En la historia de Antonio encontramos la eterna lección del fútbol: ninguna derrota es definitiva, ninguna gloria es permanente. Solo quienes se atreven a levantarse tras la caída merecen ser recordados en la historia. Y en Sevilla, bajo el nombre de Antonio de Triana, renace una estrella más brillante que nunca.


Fuente: https://znews.vn/antony-ruc-chay-sau-cai-gia-100-trieu-euro-post1552219.html


Kommentar (0)

No data
No data

Herencia

Cifra

Negocio

Pagoda de un pilar de Hoa Lu

Actualidad

Sistema político

Local

Producto