El Arsenal de Mikel Arteta continuó su mala racha pocos días después de perder ante el PSG en el partido de ida de la semifinal de la Liga de Campeones. |
En el fútbol moderno, la línea entre la constancia y la terquedad es muy fina. Lo que distingue a los grandes entrenadores es su capacidad para discernir cuándo aferrarse a su filosofía y cuándo adaptarse. Mikel Arteta se ha convertido en víctima de su propia terquedad como entrenador.
La derrota por 2-1 ante el Bournemouth en el Emirates en la 35.ª jornada de la Premier League el 3 de mayo no fue una derrota cualquiera. Esta es la realidad del Arsenal esta temporada. El planteamiento de Arteta para el partido —con una plantilla prácticamente igual a la de la derrota ante el PSG en la ida de las semifinales de la Champions League— refleja una mentalidad de entrenador que está perdiendo gradualmente la flexibilidad necesaria para el fútbol de élite.
Los 21 puntos que han perdido tras ir ganando esta temporada no son solo una fría estadística. Son la prueba más contundente de un Arsenal que carece de mentalidad de campeón. Nadie se convierte en campeón dejando escapar la victoria repetidamente. No se trata de un problema técnico ni táctico, sino mental y psicológico.
Martin Ødegaard, el capitán que solo ha marcado dos goles en la Premier League esta temporada, se está convirtiendo en un símbolo de la ineficacia del Arsenal. Lesiones, cambios en su vida personal y un calendario de partidos apretado son solo excusas para ocultar la cruda realidad: el Arsenal carece de profundidad en la plantilla y de un plan B cuando el plan A falla.
Martin Ødegaard solo tiene 2 goles en la Premier League en la temporada 2024/25. |
Mientras Arteta ha reprimido su propia filosofía futbolística, Andoni Iraola ha demostrado el valor del pragmatismo y la adaptabilidad. Sin estrellas en la plantilla, el Bournemouth juega un fútbol sensato y compacto, aprovechando cada oportunidad. No necesitan combinaciones sofisticadas ni jugadores caros, solo soluciones efectivas.
Antoine Semenyo no necesita ser Messi para marcar la diferencia en el campo; solo necesita hacer su trabajo. Eso es lo que le falta al Arsenal: simplicidad que funciona. El Bournemouth venció al Arsenal dos veces en una temporada, no por suerte, sino porque supo aprovechar las debilidades de sus rivales.
El Arsenal de Arteta sigue jugando un fútbol hermoso, filosófico y único. Pero el fútbol de élite es mucho más que belleza: se trata de ganar. La mentalidad de "talla única" de Arteta está convirtiendo poco a poco al Arsenal en un equipo predecible y explotable.
En las últimas tres temporadas, el Arsenal ha repetido el mismo patrón: inicios prometedores, periodos explosivos, para luego perder el ritmo y desmoronarse en momentos cruciales. Esto no es casualidad, sino la consecuencia inevitable de un estilo de entrenamiento inflexible.
El Arsenal tendrá próximamente un viaje muy complicado a domicilio contra el PSG en el partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones. |
El sueño del Arsenal en la Premier League ha terminado, y la Champions League aguarda un encuentro decisivo en Francia. Pero la pregunta más importante es: ¿podrá Arteta superarse a sí mismo para llevar al Arsenal más lejos?
Para convertirse en campeón, Arteta necesita aprender a cambiar, no solo en su equipo, sino también en su mentalidad como entrenador. Debe comprender que, a veces, la consistencia de una filosofía no es la cualidad más importante de un entrenador, sino la capacidad de adaptarse a las realidades que se presentan.
De lo contrario, la temporada 2024/25 será una triste réplica: un Arsenal que "casi" ganó, pero nunca logró el título. Y en el fútbol moderno, "casi" nunca es suficiente para un equipo con la ambición y la tradición del Arsenal.
Es hora de que Arteta reconozca sus limitaciones y cambie. Porque en el fútbol, como en la vida, quienes no cambian, se quedan atrás con el tiempo.
Fuente: https://znews.vn/arsenal-vo-vun-vi-bao-thu-post1550772.html
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