A principios de 2025, la selección nacional ganó la Copa de la ASEAN; a mediados de año, la selección sub-23 ganó el Campeonato del Sudeste Asiático; y a finales de año, la selección sub-22 ganó la medalla de oro en los 33.º Juegos del Sudeste Asiático. Esta serie de logros emocionó a la afición, ya que el fútbol vietnamita se consolidó como líder del Sudeste Asiático.
Oportunidades perdidas
En 1995, la medalla de plata de la selección nacional vietnamita en los XVIII Juegos del Sudeste Asiático reavivó la esperanza del fútbol vietnamita tras un largo período de estancamiento. Sin embargo, este hito no se aprovechó al máximo; el sistema de ligas nacionales y los programas de formación de jóvenes no recibieron la inversión adecuada, lo que provocó que la fiebre por las medallas de plata, consideradas equivalentes a las de oro, se calmara rápidamente.
En 2008, con el primer campeonato de la Copa AFF (ahora Copa ASEAN), comenzó una nueva era de desarrollo para el fútbol vietnamita. Sin embargo, durante casi una década, el fútbol vietnamita sufrió dificultades, careció de rumbo y se quedó rezagado incluso dentro de la región. El título de la Copa AFF de 2018, bajo la dirección de Park Hang-seo, no se aprovechó al máximo para impulsar una reforma integral del deporte. Ese éxito se fue desvaneciendo gradualmente, dejando tras de sí un gran arrepentimiento.
El papel y el impacto del entrenador Kim Sang-sik en 2025 son innegables. Tres títulos en un año son un logro notable, que demuestra su estabilidad, liderazgo y eficacia al frente de la selección nacional. Sin embargo, considerando el contexto histórico, creemos que el éxito de 2025 aún no se puede comparar con el de 2018, en particular, durante la época dorada del entrenador Park Hang-seo.
En 2018, el fútbol vietnamita sorprendió al continente con el subcampeonato del Campeonato Asiático Sub-23, la clasificación a semifinales de los Juegos Asiáticos y la victoria en la Copa AFF. Posteriormente, en 2019, el fútbol vietnamita alcanzó los cuartos de final de la Copa Asiática y ganó la medalla de oro en fútbol masculino en los Juegos del Sudeste Asiático por primera vez en 60 años (1959-2019). Finalmente, la cumbre de los logros del fútbol vietnamita bajo la dirección de Park fue alcanzar la tercera ronda de las eliminatorias para la Copa Mundial de 2022 en la región asiática.
Los logros del fútbol vietnamita bajo la dirección de Park Hang-seo no se limitan solo a títulos, sino también a consolidar la posición de Vietnam en el panorama futbolístico asiático. En comparación con ese período, el éxito en 2025 se limitará principalmente a la región del Sudeste Asiático.

El fútbol vietnamita (izquierda) necesita urgentemente reformas fundamentales para lograr un desarrollo más sostenible. (Foto: NGOC LINH)
Se necesita un desarrollo sostenible.
La principal limitación del fútbol vietnamita a lo largo de los años ha sido el desarrollo desigual del sistema de fútbol profesional. Mientras que otras naciones futbolísticas se desarrollan según un modelo de pirámide descendente (base ancha, cúspide estrecha), Vietnam presenta una pirámide invertida, con más equipos de la V-League que de la Primera División, y divisiones inferiores con escasez de cantidad y calidad.
El actual modelo de pirámide invertida debe cambiarse pronto, ya que no crea un entorno competitivo suficientemente amplio, debilita el proceso de selección natural y limita el desarrollo a largo plazo tanto de jugadores como de clubes. El éxito de la selección nacional se basa en gran medida en esfuerzos a corto plazo y no refleja plenamente la fortaleza de todo el sistema. Durante muchos años, la liga nacional de fútbol no ha producido jugadores capaces de competir con éxito en el extranjero. Actualmente, todos los jugadores vietnamitas compiten en ligas nacionales; ninguno ha probado suerte en el extranjero, mientras que Tailandia, Malasia, Corea del Sur, Japón y otros países sí lo han hecho.
Además, la prioridad en la obtención de resultados persiste, como lo demuestran las frecuentes y prolongadas interrupciones en la V-League y la Primera División para dar cabida a torneos juveniles, lo que afecta la calidad profesional y la continuidad de la competición. En países con fútbol profesional, la liga nacional es el alma del deporte; la selección nacional debe operar en consonancia con ella, y los roles no pueden invertirse, con la liga nacional siguiendo a la selección nacional, o incluso a las categorías inferiores, como ha ocurrido en Vietnam durante muchos años.
Para que los éxitos de 2025 se conviertan realmente en el motor de una nueva fase de desarrollo, el fútbol vietnamita necesita implementar rápidamente reformas fundamentales con una hoja de ruta y una visión a largo plazo. La estructura de las ligas debe ajustarse según un modelo piramidal racional: optimizar la V-League para mejorar la calidad, a la vez que expandir y fortalecer las ligas inferiores para sentar las bases de un desarrollo sostenible.
Es necesario establecer claramente el papel central de la liga nacional, garantizando así la estabilidad y la continuidad del sistema de competición. La gestión y las finanzas de los clubes deben estandarizarse, estar estrechamente vinculadas a los criterios de concesión de licencias y a las obligaciones de desarrollo juvenil, con el objetivo de alcanzar un fútbol verdaderamente profesional. Más importante aún, el fútbol vietnamita necesita cambiar su mentalidad de desarrollo: de priorizar los logros a corto plazo a construir una base a largo plazo. El éxito de la selección nacional solo será verdaderamente significativo cuando refleje la madurez sincronizada de todo el sistema.
Sólo a través de un desarrollo fundamental y sostenible el fútbol vietnamita puede convertir la victoria de hoy en una base sólida para un mayor progreso en el futuro.
El éxito del fútbol vietnamita en 2025 es una oportunidad de oro, pero si no se aprovecha al máximo, podría repetir fácilmente el conocido círculo vicioso: éxito, estancamiento y arrepentimiento. El éxito de 2025 debe ser el trampolín para un nuevo ciclo de desarrollo, y el fútbol vietnamita no puede conformarse con su posición como líder del Sudeste Asiático.
Fuente: https://nld.com.vn/bong-da-viet-nam-can-tu-duy-va-chien-luoc-moi-19625122321373043.htm






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