Abofeteando, golpeando e incluso pateando continuamente a la niña después de una colisión en la carretera en el Distrito 4, Ciudad Ho Chi Minh, diciembre de 2024 - Foto: Corte del clip
Durante los últimos días del año viejo y el comienzo del nuevo, en muchos lugares se han producido una serie de incidentes violentos en las calles, desde ataques a conductores de coches tecnológicos hasta palizas tras colisiones de tráfico.
Después de un accidente de tráfico en Ben Cat ( Binh Duong ), una víctima fue golpeada tan brutalmente que su cerebro resultó dañado y tuvo que ser trasladado al hospital para recibir tratamiento de emergencia y ahora falleció.
Estos acontecimientos no sólo provocaron indignación pública, sino que también hicieron sonar la alarma sobre el problema del vandalismo y las tendencias violentas en el tráfico.
¿Por qué el vandalismo se produce abiertamente?
En medio de estos actos condenables, hemos sido testigos de la oportuna intervención de las autoridades y del sentido de responsabilidad de la comunidad al registrar, aportar pruebas y apoyar el manejo de los casos.
Para abordar a fondo el vandalismo en la sociedad, está claro que el final apropiado de los recientes incidentes muestra la necesidad de adoptar enfoques multifacéticos, multidimensionales e integrales.
La violencia pública, o vandalismo, es una manifestación negativa de las inevitables deficiencias de toda sociedad.
Los incidentes recientes, que culminaron con la brutal paliza tras un accidente de tráfico en Binh Duong, ocurrieron todos en público y fueron presenciados por muchas personas.
Esto nos lleva a preguntarnos por qué actos tan imprudentes pueden ocurrir con tanta frecuencia y algunas personas ni siquiera dudan en ser filmadas o detenidas.
¿Se trata de una falta de disuasión o de una decadencia de los valores morales?
Una parte importante de quienes cometen actos de violencia creen que pueden escapar del castigo legal.
¿Podría esto deberse a precedentes de manejo lento, laxo o incluso complaciente en algunos casos anteriores?
Al mismo tiempo, la explosión de las redes sociales también hace que muchas personas tiendan a utilizar la violencia como forma de afirmarse o de aliviar la frustración inmediata, sin importar las consecuencias.
No sólo registrar y proporcionar información
Ante esta situación, la respuesta rápida y decidida de la fuerza policial en los últimos incidentes es una señal positiva.
El tratamiento oportuno no sólo demuestra el rigor de la ley, sino que también crea la confianza de la gente en la capacidad de las autoridades para proteger la justicia.
Sin embargo, gestionar los incidentes después de que ocurren es sólo una solución a corto plazo.
Para evitar que se produzcan actos de violencia, las autoridades deben tomar medidas preventivas.
Un punto positivo en los casos recientes es la participación activa de la ciudadanía. Los videos de la agresión, grabados por transeúntes o por cámaras de vigilancia, se han convertido en evidencia importante que ha ayudado a la policía a gestionar el caso con rapidez.
Esta es una prueba de que cuando la comunidad se une para condenar el mal, podemos hacer una contribución importante al mantenimiento del orden social.
Y la participación comunitaria no debe limitarse a filmar o proporcionar información. Necesitamos construir una cultura pública donde las personas estén dispuestas a apoyarse mutuamente y a adoptar una postura firme contra la violencia.
Una sociedad donde las personas están unidas y listas para intervenir cuando ven una injusticia será un entorno difícil para que exista un comportamiento matonesco.
Al mismo tiempo, es necesario aplicar adecuadamente las políticas de protección de testigos o informantes para garantizar que no sufran amenazas ni represalias. Este es un factor importante para animar a las personas a alzar la voz con valentía en defensa de la justicia.
Las medidas enérgicas de las autoridades deben combinarse con el papel indispensable de la educación y los medios de comunicación para cambiar la conciencia social.
La educación debe comenzar desde las raíces, enseñando a los niños sobre la compasión, cómo resolver conflictos pacíficamente y las graves consecuencias de la violencia…
Estas lecciones no sólo deberían enseñarse en las escuelas, sino también integrarse en programas comunitarios y actividades sociales.
Por otro lado, los medios de comunicación deben promover campañas de concienciación contra la violencia pública. Estas campañas deben enfatizar los valores de la civilidad, la tolerancia y la responsabilidad en la comunidad.
Una sociedad civilizada no es una sociedad sin conflictos, sino una en la que éstos se resuelven de forma pacífica y justa, garantizando que se haga justicia.
Fuente: https://tuoitre.vn/cach-nao-tri-thoi-con-do-tren-duong-20250104213010341.htm
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