(NLDO) - La Directiva Nº 42 del Politburó sobre el fortalecimiento de la educación en el ahorro, la integridad, la imparcialidad y la imparcialidad ha planteado un tema central: la integridad de los cuadros.
El miembro permanente del Secretariado, Tran Cam Tu, acaba de firmar y emitir la Directiva n.º 42 del Politburó sobre el fortalecimiento del liderazgo del Partido en la labor educativa de diligencia, ahorro, integridad e imparcialidad. En ella, el Politburó exige a los cuadros y miembros del partido que respeten la integridad y no sean corruptos ni derrochadores.
No es sólo una cuestión de ética personal, sino también un factor decisivo en la eficiencia del trabajo y en la confianza de la gente en el aparato público.
Integridad: dos palabras sencillas, pero un indicador importante de la dignidad de un cuadro. Es pureza moral, respeto propio y honor, la frontera entre el bien y el mal que cada cuadro y miembro del partido debe trazar.
En realidad, hemos presenciado muchos casos de funcionarios que han perdido su integridad por falta de ella. Un ejemplo típico es el incidente ocurrido en el sector salud. En el contexto de la pandemia de COVID-19, algunos funcionarios del sector salud aprovecharon la situación de emergencia para lucrarse con la compra de suministros médicos, medicamentos, vacunas y equipos de prevención de epidemias. Estos funcionarios, responsables de proteger la salud de la población, optaron por la corrupción, afectando directamente la labor de prevención de epidemias y causando pérdidas humanas y materiales.
El caso más reciente fue el de Van Thinh Phat Group, donde varios funcionarios del banco ayudaron a la empresa a cometer fraude y apropiarse de activos de personas mediante la emisión de bonos.
Peor aún, muchos funcionarios, al verse involucrados en irregularidades, intentan encubrirlas, desviar la culpa o evadir la responsabilidad. Por lo general, en el caso de Vietnam, muchos funcionarios borraron deliberadamente las pistas, negaron su responsabilidad e intentaron culpar a sus subordinados. O, en el caso de la AIC, algunos funcionarios relacionados huyeron al extranjero, demostrando la falta de responsabilidad e integridad de los funcionarios.
Los funcionarios desvergonzados son la causa principal de muchos males en el aparato gubernamental. Porque, cuando no hay respeto ni honor propio, la gente fácilmente usa su conciencia para obtener beneficios personales. Las consecuencias de esto no son solo pérdidas económicas, sino también una grave pérdida de confianza ciudadana. Cuando la gente ya no confía en el aparato gubernamental, cualquier política, por buena que sea, será difícil de implementar eficazmente.
Por lo tanto, construir un equipo de cuadros honestos y éticos no sólo es una necesidad urgente sino también una tarea vital del sistema.
Para construir y fortalecer la integridad entre los cuadros, es necesario implementar diversas soluciones coordinadas. En primer lugar, es necesario fortalecer la educación en ética revolucionaria, con especial atención a la educación en integridad. Además, es necesario contar con un mecanismo para controlar estrictamente el poder, creando un entorno de trabajo transparente para que los cuadros no puedan ser corruptos ni negativos.
El lema "no quiero, no puedo, no me atrevo, no necesito" contra la corrupción y la negatividad debe aplicarse con firmeza y transparencia. En este caso, "no quiero" es una manifestación de integridad, cuando los funcionarios se imponen límites éticos.
Por supuesto, para lograr esto, además de la autoconciencia de cada individuo, también es necesario que haya condiciones materiales apropiadas, es decir, "mejorar la vida de los cuadros, militantes del partido, funcionarios y empleados públicos".
También es fundamental comprender plenamente la responsabilidad de los altos funcionarios y líderes de dar ejemplo. Cuando los líderes demuestran claramente integridad en el trabajo y en la vida, no solo generan confianza en sus subordinados, sino que también contribuyen a construir una cultura de integridad en todo el sistema.
Por el contrario, si el líder carece de integridad, las consecuencias serán extremadamente graves.
Hablando francamente, la integridad es la "brújula moral" de un cuadro.
Esta no es solo la petición del Partido, sino también la legítima demanda del pueblo. Solo cuando los cuadros respeten verdaderamente la integridad y la consideren un principio rector de sus acciones, Vietnam podrá construir una administración transparente y eficaz que satisfaga las expectativas del pueblo y conduzca al país hacia una nueva era.
[anuncio_2]
Fuente: https://nld.com.vn/noi-thang-can-bo-phai-trong-liem-si-196250214202530484.htm
Kommentar (0)