Rusia ha advertido repetidamente sobre la "línea roja". Algunos temen un desastre nuclear, pero otros dicen que es una "amenaza verbal".
Desde el punto de vista de Rusia, la tríada nuclear sigue siendo la garantía más importante de la seguridad nacional y popular; es una herramienta para mantener el equilibrio estratégico y el poder en el mundo .
El sistema de misiles balísticos intercontinentales rusos Yars participa en el desfile del Día de la Victoria en Moscú en 2022. (Fuente: Reuters) |
Sin precedentes fuerte
La doctrina nuclear rusa de 2020 estipula cuatro escenarios en los que se pueden usar armas nucleares. Uno, cuando existe información fiable de que un enemigo ha lanzado misiles balísticos contra Rusia y sus aliados. Dos , el enemigo usa armas nucleares u otras armas de destrucción masiva contra Rusia y sus aliados. Tres, el enemigo ataca importantes instalaciones estatales y militares que podrían perturbar la capacidad de respuesta de las fuerzas nucleares. Cuatro, el enemigo ataca con armas convencionales que podrían amenazar la supervivencia nacional de Rusia.
El 25 de septiembre, en la reunión del Consejo de Seguridad Nacional, el presidente Vladimir Putin dijo que la situación política y militar mundial está cambiando mucho, están surgiendo nuevas amenazas, por lo que es necesario ajustar y actualizar la Doctrina Nuclear.
La nueva propuesta destaca tres puntos clave sobre las circunstancias/umbrales bajo los cuales Rusia podría responder con armas nucleares. Primero, cuando cualquier país lanza un ataque aéreo a gran escala contra territorio ruso con armas convencionales, amenazando la soberanía rusa. Segundo, una acción contra Rusia por parte de «cualquier Estado no nuclear, con la participación y el apoyo de un Estado nuclear» constituye un ataque a «su alianza común». Moscú respondería a ambos. Tercero, las circunstancias ampliadas se aplican a su aliado Bielorrusia.
Se puede observar que el umbral para el uso de armas nucleares se ha reducido, lo que significa que la amenaza y la posibilidad de una guerra nuclear aumentan. Esta es una advertencia contundente sin precedentes por parte de Rusia.
¿"Chantaje nuclear"?
Occidente se mostró inquieto y no evaluó adecuadamente el peligro de la situación. Algunos líderes afirmaron que se trataba simplemente de amenazas verbales. Moscú estaba jugando con la psicología. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, lo calificó de advertencia irresponsable e inoportuna.
El jefe de Gabinete del presidente de Ucrania, Andrey Yemark, reconoció que esta acción demuestra la debilidad de Rusia. Esta opinión se basa en que Moscú no respondió cuando se cruzó la línea roja varias veces y no ha visto ninguna acción por parte de Rusia para prepararse para usar armas nucleares, por lo que será capturado firmemente por los medios de reconocimiento de la OTAN.
Por otro lado, algunos políticos y expertos occidentales expresaron su preocupación. El comentarista militar estadounidense Earl Rasmussen afirmó que Rusia iba muy en serio y que ignorar las advertencias de Moscú "sería un grave error".
Según algunos expertos, la OTAN y Occidente aún no han violado las dos reglas más "tabú": aceptar que Kiev utilice ampliamente misiles de largo alcance y las armas más modernas para atacar profundamente el territorio ruso y no enviar tropas directamente a combatir en Ucrania.
¿Qué pasará?
La declaración sobre el uso de armas nucleares establece claramente la condición de contar con información fiable sobre el ataque enemigo. El peligro reside en que la decisión de las partes de presionar el botón nuclear no solo se base en un sistema de datos completo y preciso, sino también en las advertencias y especulaciones subjetivas de algunas etapas del sistema.
El cálculo erróneo y la decisión estratégica de los líderes de las potencias nucleares son extremadamente peligrosos para ellos mismos y para la humanidad. Volviendo al conflicto en Ucrania, aunque Rusia realmente no desea usar armas nucleares y lo considera una decisión difícil, no se puede descartar por completo la posibilidad de un escenario catastrófico.
Primero, la OTAN y Occidente apoyan y ayudan a Ucrania a lanzar un ataque aéreo a gran escala contra territorio ruso o a ocupar Crimea. Segundo, la situación corre peligro de colapso; la OTAN y Occidente introducen armas modernas en Ucrania y envían tropas directamente al rescate. Tercero, la situación en el campo de batalla se vuelve desfavorable para Moscú; la OTAN y Occidente continúan actuando de forma provocativa hacia Rusia.
Si Rusia decide usar armas nucleares, incluso a escala táctica, la OTAN y Occidente podrían responder con armas nucleares tácticas y aumentar sus fuerzas para rodear a Rusia, lo que podría generar el riesgo de una guerra nuclear. Si cualquiera de las partes lanza un ataque nuclear preventivo, podría desencadenar una guerra nuclear total y el estallido de la Tercera Guerra Mundial.
La guerra nuclear, en cualquier forma o escala, tiene consecuencias extremadamente catastróficas. En caso de una guerra nuclear total, muchas zonas del planeta quedarían aniquiladas, las nubes nucleares cubrirían la mayor parte del cielo; los Objetivos del Milenio, las decisiones de la Cumbre del Futuro y la 79.ª Asamblea General de las Naciones Unidas serían cosa del pasado...
Incluso si no se produce un escenario nuclear, la carrera armamentística nuclear se intensificará con fuerza. Los países que poseen y son capaces de poseer armas nucleares acelerarán el proceso, aumentando el número de armas en sus arsenales nucleares y realizando pruebas... Otros países se afanarán en buscar el amparo nuclear de las grandes potencias.
Por lo tanto, la comunidad internacional, especialmente los pueblos de las potencias nucleares, deben instar firmemente a los gobiernos a implementar las convenciones, acuerdos y protocolos sobre la prohibición de la proliferación de armas de destrucción masiva, zonas libres de armas nucleares, etc. Promover el papel de las Naciones Unidas, proponer mecanismos e iniciativas para prevenir el desarrollo, la producción, el almacenamiento y el uso de armas de destrucción masiva.
Los gobiernos de los países, especialmente de las grandes potencias, deben cumplir verdaderamente los principios de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, no usar la fuerza ni amenazar con usar la fuerza en las relaciones internacionales; resolver los conflictos y las disputas por medios pacíficos, razonables y emocionales, basándose en el derecho internacional, incluida la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982.
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Fuente: https://baoquocte.vn/tham-hoa-vu-khi-hat-nhan-canh-bao-suy-doan-va-kich-ban-288589.html
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