NDO - El Hospital Infantil de Hanói admitió a un niño de ocho años que fue mordido por un perro y tuvo que ser hospitalizado con múltiples lesiones en los tejidos blandos de la oreja derecha, el cuero cabelludo y abrasiones cutáneas en diversas zonas. Los médicos le realizaron una microcirugía para suturar y preservar la oreja.
Según la familia, el niño fue a jugar a casa de su abuela y fue mordido por el perro de la familia. Inmediatamente después del accidente, fue trasladado al Hospital Chuong My para recibir primeros auxilios, donde le vendaron y detuvieron temporalmente la hemorragia. Posteriormente, fue trasladado al Hospital Infantil de Hanói.
Al ingresar, mediante examen, los médicos determinaron que la lesión estaba casi completamente separada del lóbulo de la oreja derecha, separada del cartílago del canal auditivo externo y del cartílago de la oreja, con un puente de piel de 2,5 cm en el lóbulo de la oreja, muchas mordeduras de dientes profundas y muchas laceraciones profundas en la capa subcutánea en la cabeza y el brazo derecho, la laceración más larga medía unos 5 cm.
El Dr. Hung Anh (Departamento de Cirugía General del Hospital Infantil de Hanói) comentó que, tras recibir el caso, el equipo médico realizó rápidamente las pruebas y realizó una cirugía de emergencia. La cirugía tuvo dos objetivos principales: una limpieza completa, eliminando el tejido dañado para evitar infecciones; y la máxima preservación del pabellón auricular, garantizando la forma de la oreja y la estructura del conducto auditivo externo.
Durante la cirugía, el médico detectó que el pabellón auricular estaba gravemente dañado, con gran parte del tejido blando aplastado. Todo el cartílago y la estructura vascular, desde el conducto auditivo externo hasta la parte inferior del pabellón auricular, estaban completamente dañados. El puente cutáneo del lóbulo no tenía suficiente drenaje sanguíneo, el colgajo cutáneo periférico estaba morado y presentaba un sangrado abundante. El niño fue sometido a cirugía para extirpar la parte aplastada, suturar el cartílago del conducto auditivo externo y el cartílago auricular, y reconectar la vena auricular mediante técnicas microquirúrgicas.
Tras la cirugía, la forma de la oreja cumplía con los requisitos; el borde auricular era de un rosa cálido, de color normal, no morado. Se irrigaron varias veces las heridas, se cortaron y limpiaron, y se suturó el exceso de piel.
La oreja del bebé después de la cirugía |
Durante el postoperatorio, el niño estuvo plenamente consciente, y su estado general y la herida quirúrgica se mantuvieron estables. Se le administraron antibióticos, se le cambiaron los vendajes de la herida y se le administró la vacuna contra la rabia y el tétanos.
Los médicos dicen que las mordeduras de animales son accidentes comunes, especialmente en niños que son curiosos y aún no reconocen las señales peligrosas de los animales.
Puede causar consecuencias graves como: daños en los vasos sanguíneos, nervios, infección de la herida por mordedura y especialmente graves como la rabia o daños en partes del cuerpo cercenadas como: genitales, orejas, nariz, extremidades... Además, también afecta en gran medida a la psicología del niño, por lo que los miembros de la familia necesitan tener planes para prevenir accidentes en niños pequeños.
Cuando un niño es mordido o lamido por un animal, los padres o cuidadores deben tener en cuenta: lavar la herida con agua limpia y jabón durante 15 minutos; desinfectar la herida con alcohol o betadine; vendar suavemente la hemorragia; llevar al niño a un centro médico para que lo examinen y vacunen; controlar la mordedura del animal durante 15 días... No suturar la herida arbitrariamente.
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Fuente: https://nhandan.vn/chau-be-suyt-mat-vanh-tai-do-bi-cho-nha-nuoi-can-post858617.html
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