El país del "pimiento pequeño"

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Dinamarca, en el extremo norte de Europa, puede ser considerada el país mágico o el país "pequeño pero grande". En vietnamita, significa el país de la "pimienta pequeña".

Dinamarca. (Fuente: remax.eu)

Entendemos la palabra pimienta como: pequeña, pero elegante, madura y respetada por otros. A pesar de su estrecha extensión territorial, Dinamarca posee un paisaje y un entorno diversos. En el oeste, la naturaleza aún es salvaje, en el este hay tierras de cultivo y suaves colinas. La costa tiene unos 7400 km de longitud, el doble de la de Vietnam, y ningún lugar está a más de 52 km del mar.

Ubicado en el norte de Europa, en la península escandinava, el Reino de Dinamarca ocupa una posición particularmente importante, conectando Escandinavia con la Europa continental y el mar Báltico con el océano Atlántico. Esta importante posición geográfica ha contribuido a que Dinamarca tenga una cultura, una política , una economía y una sociedad muy desarrolladas.

Además, Dinamarca es un reino con una larga historia de desarrollo (que comenzó hace 8000 años a. C.), un clima templado y una naturaleza hermosa. Un reino que dio origen a personajes mundialmente famosos como Hans Christian Andersen, autor de cuentos de hadas (La cerillera, El patito feo, La sirenita...); Ole Kirk Christianse, creador del inteligente juego de construcción Lego; y Søren Kierkegaard, el padre del existencialismo.

Los daneses de hoy se enorgullecen de vivir en un país con uno de los mejores sistemas de bienestar social del mundo. Todos los ciudadanos dan gran importancia a la cultura y al medio ambiente. El estado del bienestar garantiza un alto nivel de vida, centrándose en la distribución de la renta para todos los ciudadanos, incluyendo la vivienda, el empleo, la educación , el cuidado infantil y las personas mayores.

En el mapa mundial, Dinamarca parece un brote de hoja, un grano de arroz, y pequeñas patatas y frijoles. Su superficie es solo una onceava parte de la de Vietnam y su población es una de las más pequeñas del mundo. Originalmente un país pobre en recursos naturales, Dinamarca se ha convertido ahora en un próspero país industrial y agrícola.

El apego de Dinamarca a la cultura nórdica puede considerarse una característica de la literatura danesa, sin embargo, Dinamarca es el país más "continental" en comparación con Noruega, Islandia, Suecia y Finlandia, adoptando fácilmente las tendencias literarias europeas, siendo una ventana a Europa Occidental.

El carácter nórdico en la literatura danesa se refleja en diversos matices, como el temperamento y el clima, el luteranismo y el movimiento de liberación femenina. Según el crítico literario danés Torben Brostrom, las tres fuentes de inspiración literaria danesa están representadas por los marineros, los artesanos y los agricultores. El marinero desarrolla la imaginación, el artesano el pensamiento especulativo (Spéculation) y el agricultor posee sentido de la realidad.

En términos de temperamento y clima, hay una diferencia entre la literatura latina de los países mediterráneos del sur de Europa, con sol cálido, y la literatura del norte de Europa, de tierras frías, población escasa, facilidad para sentirse solo, con influencia oceánica, pero también inviernos duros.

Según Martin Saymour Smith, “la literatura danesa, como la de la región nórdica, debido a su clima, se caracteriza a menudo por un espíritu estoico, seriedad, melancolía, tragedia”, una “conciencia existencial” sobre el destino humano, el significado de la vida y la muerte y preocupaciones metafísicas.

El luteranismo está profundamente arraigado en todos los países nórdicos, influyendo en la mentalidad, especialmente en la tendencia a la introspección. Si bien la secularización es bastante fuerte en los países nórdicos, incluida Dinamarca, el luteranismo ha dejado una gran huella en la cultura.

El movimiento de liberación femenina fue especialmente popular en el norte de Europa (según Régis Boyer) y dejó huella en la literatura danesa. Hasta ahora, las mujeres danesas han alcanzado la plena liberación: hombres y mujeres tienen los mismos derechos, pueden hacer todo lo que hacen los hombres, reciben el mismo salario, al dar a luz, los padres se toman un año de descanso, y si el niño es menor de 9 años, los hombres también deben cuidarlo y cocinar. Pero la preocupación de las mujeres, tras su liberación, es encontrar un camino adecuado para su desarrollo, no seguir el estereotipo masculino.

El desarrollo de la literatura danesa se puede dividir en dos etapas:

El período de formación y madurez (desde el siglo VIII hasta principios del siglo XIX) fue el período en el que se formaron las literaturas nórdicas con elementos distintivos que se convirtieron en tradiciones; en los intercambios culturales con países extranjeros, la absorción fue el foco principal y las contribuciones internacionales fueron pocas.

El período moderno (desde las tres últimas décadas del siglo XIX hasta la actualidad) aporta importantes contribuciones a la literatura europea, convirtiéndose en epicentros del realismo y el naturalismo en Europa. Según Sven H. Rossen, profesor de Literatura Nórdica y Literatura Comparada, este período tuvo lugar en la década de 1970 en Dinamarca y Noruega, y en la de 1980 en Suecia y Finlandia. G. Brandes, crítico literario danés, marcó un hito al acercar la literatura europea a Dinamarca y los países nórdicos mediante sus conferencias universitarias. Influyó en otros escritores nórdicos y recibió su influencia (como el escritor y dramaturgo sueco Strinberg y el dramaturgo noruego Ibsen).

El valor de la literatura danesa y nórdica moderna en general es reconocido, traducida a numerosos idiomas europeos. Dinamarca ha recibido dos Premios Nobel de Literatura: en 1917 (conjuntamente con H. Pontoppidan por haber retratado con precisión la vida en Dinamarca hoy en día) y KA Gjellerup por su rica y variada obra poética inspirada en altos ideales) y en 1944 (con Johannes V. Jensen por la extraordinaria fuerza y riqueza de su imaginación poética).

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