El incidente no era nuevo, pero la aparición del cantante N.Đ.C. (nombre artístico Đ.V.), quien había estado muy involucrado en muchas de las actividades del proyecto, rápidamente sacó a la luz la historia. Compartía información sobre el programa con frecuencia y también afirmó que sus viajes a las tierras altas con "Nuôi Em" (Criando Niños) lo inspiraron a componer una canción, que se utilizó como tema principal del proyecto. Según el cantante, las ganancias de la canción también se donaron a obras benéficas.
La música, el aspecto visual y la influencia de un artista famoso ayudaron a que "Nuoi Em" (Críala) ganara mayor reconocimiento y atrajera el apoyo de la comunidad. Como resultado, muchos vieron automáticamente al cantante C. como un "embajador" del proyecto. Sin embargo, cuando surgieron dudas sobre la transparencia financiera, el cantante se pronunció en su página personal, afirmando que solo era un participante con un espíritu de solidaridad, que no representaba ni pertenecía a la junta directiva del proyecto.
Queda por ver si es correcto o no, a la espera de respuestas oficiales de las partes implicadas, e incluso, si es necesario, de las conclusiones de las autoridades. Sin embargo, esta historia vuelve a evocar la vieja tristeza de los artistas que, intencional o involuntariamente, ponen en peligro su propia fama. «Nuoi Em» (Criarla) puede que siga vigente, y puede que aún haya contribuciones, pero su alcance ciertamente no será el mismo que cuando participa un artista famoso que inspira a otros a través de su música y sus imágenes.
Por lo tanto, la responsabilidad de un artista no es solo consigo mismo, sino también con su comunidad de fans y la sociedad. Desafortunadamente, en muchos casos, las cosas solo se aclaran después de una crisis. Cuando la confianza ya está en duda, es poco probable que las explicaciones tardías conserven su valor original. Si tan solo los roles se hubieran definido claramente desde el principio: qué función desempeñaba el artista y si participaba en la gestión financiera, tal vez el público no habría caído en un estado de "malentendido".
El caso "Criando Niños" finalmente concluirá con hallazgos específicos y transparentes. Pero las lecciones no son solo para los artistas. Cualquier persona con un corazón solidario merece respeto. Sin embargo, un buen corazón no implica la falta de un marco legal claro. La caridad es un asunto del corazón, pero la gestión y operación de recursos es una cuestión de responsabilidad y de ley. Y cuando surgen riesgos, el mayor daño se produce en la confianza pública en las actividades caritativas genuinas.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/de-long-tot-khong-bi-ton-thuong-post828017.html






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