Sin estrellas de renombre ni un presupuesto enorme, el Hai Phong del entrenador Chu Dinh Nghiem está dando mucho de qué hablar en la V.League. Con tres victorias consecutivas, un ataque explosivo y una gran garra, el equipo de la ciudad portuaria está escribiendo su propia historia.
El equipo de fútbol tiene "poco dinero" pero mucha ambición.
Según la valoración de Transfermarkt , la plantilla de Hai Phong tiene un valor aproximado de 2,8 millones de euros, similar al de Hong Linh Ha Tinh y situada en la mitad inferior de la clasificación financiera. Esta cifra es seis veces menor que la del Nam Dinh y tres veces menor que la del Hanoi o el Hanoi Police.
Pero en el terreno de juego, el dinero ya no lo es todo. Hai Phong se encuentra entre los cuatro mejores equipos, con la segunda mejor delantera del torneo con 18 goles, solo por detrás de Ninh Binh (21 goles).
El entrenador Chu Dinh Nghiem, a pesar de sus limitaciones, logró transformar a un equipo débil en uno fuerte y lleno de energía. En Lach Tray, cada partido no es solo una lucha por los puntos, sino también una batalla de fe y orgullo.
Antes de la temporada 2025/26, Hai Phong perdió a dos jugadores clave: el centrocampista Dang Van Toi, que fichó por Nam Dinh, y el delantero Lucao, que se unió a The Cong. Sin embargo, el equipo portuario no se desanimó. Rápidamente incorporó a jugadores conocidos de la V.League, como Joel Tagueu, procedente de Hanoi, y Luiz Antonio, de Thanh Hoa. Además, contaba con la madurez del joven centrocampista Nhat Minh, un talento formado en el equipo sub-23.
El entrenador Chu Dinh Nghiem tiene su propio método de selección. No busca jugadores vistosos, sino aquellos que comprenden el fútbol vietnamita, la V.League y están dispuestos a sacrificarse por el equipo. Esto es lo que permite que el sistema táctico del Hai Phong funcione a la perfección a pesar de los constantes cambios en la plantilla. Los jugadores que juegan para Nghiem no necesitan ser los mejores, sino los más adecuados.
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El entrenador Chu Dinh Nghiem crea la identidad del Hai Phong Club. |
Tras abandonar Hanói, el señor Nghiem emprendió un nuevo camino. Allí, ya no se encontraba en un entorno opulento, ni contaba con un equipo de estrellas multimillonarias, pero tenía algo más valioso: la confianza absoluta de sus alumnos y del público. En el campo de Lach Tray, reencontró el fútbol sencillo, auténtico y emotivo.
Chu Dinh Nghiem no prometió ganar el campeonato. Simplemente les pidió a los jugadores que dieran lo mejor de sí en cada partido. Sin consignas, sin presión. Fue esa tranquilidad la que ayudó al Hai Phong a jugar con confianza y sin miedo. Al dejar de lado la presión del triunfo, jugaron un fútbol lleno de alegría y disciplina.
Tras 122 partidos al frente del Hai Phong, el Sr. Nghiem acumuló 50 victorias, 34 empates y 38 derrotas. Estuvo con el equipo durante 1462 días y utilizó a 69 jugadores diferentes, cifra que demuestra su gran capacidad de rotación y adaptación. En comparación con su etapa en Hanoi (1844 días, 105 partidos, 50 jugadores), se aprecia que el Sr. Nghiem tuvo que esforzarse mucho más para mantener la estabilidad en un club con escaso potencial.
Cada temporada, Hai Phong pierde jugadores, pero jamás su espíritu. Todo nuevo jugador que llega a Lach Tray comprende que este lugar no promete dinero, solo sudor y dedicación. Eso es lo que crea una identidad especial, algo que llena de orgullo a la afición de Hai Phong.
El equipo de fe y lealtad
El Hai Phong de Chu Dinh Nghiem no tiene ruedas de prensa ruidosas ni contratos multimillonarios. Pero sí algo que muchos grandes equipos envidian: un espíritu de solidaridad. El equipo lucha por sus compañeros, por el entrenador y por la distintiva camiseta roja de la ciudad portuaria.
En un contexto donde la V.League está fuertemente dominada por el dinero, Hai Phong es la prueba viviente de que el dinero no compra el carácter. Un equipo modesto puede vencer a los grandes si sabe quién es y juega con garra.
Chu Dinh Nghiem alcanzó la cima de su carrera en Hanoi, pero en Hai Phong está escribiendo una historia diferente. Sin alardes ni títulos, pero rebosante de emoción. Un camino donde cada partido es un desafío y cada victoria, el orgullo de toda la ciudad.
En Lach Tray, el fútbol no se trata solo de resultados. Se trata de fe, dedicación y de demostrar que un equipo con pocos recursos económicos puede jugar al fútbol con gran pasión.
Fuente: https://znews.vn/hai-phong-doi-bong-it-tien-nhung-giau-ban-linh-post1599419.html







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