Tailandia está planeando convertir Saraburi, su capital de la industria del cemento, en su primera ciudad con bajas emisiones de carbono.
Tailandia ha comenzado a tomar medidas concretas para alcanzar su objetivo de cero emisiones netas para 2065. Uno de los planes destacados es el proyecto "Saraburi Sandbox", una asociación público-privada que transformará Saraburi, la capital de la industria cementera, en la primera ciudad modelo baja en carbono de Tailandia.
Saraburi se encuentra en la región central de Tailandia, con numerosas fábricas de industria pesada, especialmente cementeras. Más del 80 % de la producción total de cemento de Tailandia se produce en esta provincia. Por lo tanto, Saraburi está asociada con problemas de contaminación ambiental. Según el informe provincial sobre la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, en 2015, Saraburi emitió 27,93 millones de toneladas de CO2, de las cuales el proceso industrial representó más del 68,3 %; el sector energético ocupó el segundo lugar con una tasa del 16,9 %.
El proyecto busca implementar compromisos piloto en línea con las áreas clave descritas en la hoja de ruta de la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) del país. Por ejemplo, el uso de combustibles bajos en carbono, la aplicación de tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, la transición energética y la agricultura ecológica. De esta manera, se contribuye significativamente a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, en línea con el objetivo de cero emisiones netas.
El Primer Ministro tailandés (segundo desde la izquierda) escucha a las empresas presentar iniciativas ecológicas.
Al hablar sobre la elección de Saraburi, el Sr. Thammasak Sethaudom, vicepresidente ejecutivo de SCG, una de las empresas que impulsa la iniciativa, afirmó que la provincia tiene el potencial de demostrar la transición de Tailandia hacia una sociedad baja en carbono. De hecho, Saraburi cuenta con una actividad económica diversificada, que incluye la industria pesada, la agricultura y el ecoturismo.
"Si Saraburi logra la conversión, puede animar a otras provincias a seguir el ejemplo", dijo.
Kitipong Promwong, presidente de la Oficina del Consejo Nacional de Políticas de Educación Superior, Ciencia, Investigación e Innovación, afirmó que ya se están realizando algunas iniciativas. Por ejemplo, a partir de 2024, los proyectos de construcción en Saraburi deberán utilizar cemento con bajas emisiones de carbono (un nuevo material de construcción para combatir el cambio climático); el cemento convencional representa actualmente alrededor del 8 % de las emisiones globales de CO2. Las cementeras locales también serán más activas en la exportación de productos ecológicos.
En agricultura, se instruye a la población en la técnica de alternar riego húmedo y seco en el cultivo de arroz para reducir el consumo de agua, los costos y las emisiones de gases de efecto invernadero. En las zonas que ya no son aptas para el cultivo, los agricultores de Saraburi plantan pasto elefante, un cultivo que se utiliza como materia prima para la producción de pellets de madera. Además, se han establecido 38 bosques comunitarios en toda la provincia para aumentar la capacidad de absorción de gases de efecto invernadero, creando así las condiciones para el ecoturismo.
“Estas actividades no sólo reducen las emisiones de carbono, sino que también contribuyen a garantizar el sustento de las personas”, afirmó el Sr. Kitipong Promwong.
En cuanto a la energía, Charoenchai Chaliewkriengkrai, presidente de la Federación Provincial de Industrias de Saraburi, afirmó que es necesario liberalizar el comercio de electricidad limpia mediante la modernización de la red. Añadió que los sectores público y privado deberían aprovechar la red compartida para facilitar el acceso a las líneas de transmisión. Además, deberían implementarse políticas que incentiven a las empresas a desarrollar tecnologías de almacenamiento en baterías eficientes y rentables y a disponer de más fuentes de energía.
Otra dirección importante que ha planteado la comunidad empresarial es la transición hacia una economía circular. Tres industrias clave en Tailandia, como la del embalaje, la automoción y la construcción, se han comprometido a emprender este camino.
El plan fue presentado por la comunidad empresarial al primer ministro tailandés, Srettha Thavisin. "Esta es una ciudad industrial clave con numerosos desafíos, por lo que para tener éxito, necesitamos promover la cooperación intersectorial mediante soluciones estratégicas y capital", señaló el Sr. Thavisin. Animó a las partes involucradas al éxito de Saraburi Sandbox, ya que podría ser un ejemplo brillante para otras ciudades e industrias en el futuro.
Con miras a alcanzar el objetivo de cero emisiones netas para 2065, el gobierno tailandés también planea priorizar las políticas de gestión de residuos y apoyar la contratación pública ecológica. En lo que respecta a las energías renovables, Tailandia se compromete a optimizar su uso y a buscar oportunidades de explotación y comercialización. Esta orientación promete atraer a inversores y empresas extranjeras en el futuro.
Duc Minh
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