No es realista esperar que Rusia se quede sin misiles.

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Ian Williams, miembro del Programa de Seguridad Internacional y subdirector del Proyecto de Defensa de Misiles del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), afirmó que “sería poco realista esperar que Rusia se quede sin misiles”.

El informe de Ian Williams señala además que Moscú tiene la capacidad de ataque de largo alcance necesaria para infligir daños significativos a la población, la economía y el ejército de Ucrania a pesar de las sanciones y las regulaciones a las exportaciones.

La guerra de misiles de Rusia y las especulaciones

Rusia ha sido implacable en el lanzamiento de ataques con misiles contra Ucrania. En la segunda mitad de 2022, los ataques con misiles rusos causaron graves daños a la economía y la infraestructura ucranianas, especialmente paralizando su infraestructura energética.

Cuando Rusia comenzó a comprar y desplegar drones suicidas Shahed, de origen iraní, para atacar objetivos dentro de Ucrania, algunos funcionarios estadounidenses y oficiales ucranianos predijeron que el arsenal de misiles del ejército ruso se estaba agotando.

A finales de 2022, tras más de nueve meses de combates en Ucrania, el Pentágono declaró que Rusia dependía cada vez más de proyectiles de artillería y misiles obsoletos, algunos fabricados hace más de cuatro décadas. En aquel momento, según informes de prensa, funcionarios estadounidenses habían pronosticado que Rusia se quedaría sin munición.

Por su parte, Rusia ha pasado de disparar misiles balísticos y de crucero más avanzados y guiados con precisión a municiones de la era soviética que, si bien son capaces de causar una destrucción masiva, son menos precisas, lo que da crédito a las predicciones de funcionarios y expertos occidentales.

Al entrar el conflicto en su segundo año, este tipo de predicciones se hicieron más comunes entre los servicios de inteligencia ucranianos. En enero de 2023, por ejemplo, el portavoz de la Fuerza Aérea Ucraniana, Yuriy Ihnat, citó información de inteligencia que afirmaba que el arsenal ruso de misiles balísticos Iskander modernos se había reducido a menos de 100.

Al mismo tiempo, Rusia también incrementó el uso de misiles de defensa aérea S-300 y S-400 para lanzar ataques contra múltiples objetivos terrestres en Ucrania, lo que algunos expertos llamaron la nueva táctica de Moscú para reemplazar los misiles balísticos de baja precisión.

Algunos informes basados en la inteligencia ucraniana de principios de 2023 afirman que el ejército ruso se quedará sin misiles después de marzo. Sin embargo, hasta ahora, los ataques con misiles rusos han continuado sin cesar.

La respuesta del CSIS

El informe del CSIS señala que Rusia ha estado atacando regularmente objetivos militares en toda Ucrania con costosos misiles de largo alcance en 2023. Los objetivos de estos ataques con misiles han cambiado con el tiempo, al igual que la intensidad y la calidad de las municiones utilizadas.

En mayo de 2023, los expertos en armas recuperaron fragmentos de un misil de crucero ruso de nueva fabricación lanzado a Ucrania, sobre el cual, según habían afirmado anteriormente, el arsenal ruso estaba agotado y solo podría resistir unos pocos meses después de que estallara el conflicto.

Colin Kahl, subsecretario de defensa para políticas, y varios otros funcionarios estadounidenses han predicho previamente que aumentar las reservas rusas sería “mucho más difícil” debido a las sanciones, particularmente en la compra de microchips para misiles guiados de precisión.

Sin embargo, un informe reciente del CSIS argumenta que las restricciones y sanciones a la exportación no han tenido ningún efecto en la producción de misiles de Rusia. «Las sanciones y los controles a la exportación solo pueden limitar la cantidad y la calidad de las plataformas de ataque que Rusia puede adquirir».

En cuanto a las especulaciones sobre el agotamiento del arsenal de misiles ruso, el informe sugiere que es posible que Rusia haya agotado la parte de misiles de largo alcance que tenía prevista para su "operación militar especial". Y muchos expertos creen que los misiles que Rusia utiliza actualmente se están retirando de otros campos de batalla.

Los ataques con misiles rusos han pasado de sistemas de misiles de alta gama, como los misiles de crucero, a sistemas “de gama baja” menos efectivos, pero menos costosos, como el avión no tripulado Shahed-136, señaló el informe.

El informe también señaló que, a pesar de los controles a la importación de componentes microelectrónicos clave, Rusia continuó produciendo misiles mediante la compra de componentes occidentales a terceros. Esto fue confirmado por las fuerzas ucranianas, que recuperaron y examinaron componentes de misiles rusos que se estrellaron en su territorio.

El CSIS también señaló que las sanciones y los controles de exportación sólo podrían dificultar y encarecer la producción de misiles, limitando el número de misiles que Rusia puede producir, pero no podrían impedir que Rusia produzca misiles por completo.

Al analizar los recientes ataques con misiles rusos, el informe dice que, a diferencia de los objetivos de Rusia el año pasado, las operaciones con misiles y drones de Rusia desde mayo de 2023 han tenido un alcance más amplio y son menos predecibles.

Algunos expertos también creen que los objetivos actuales de Rusia son principalmente mantener a Ucrania desequilibrada en sus operaciones de contraofensiva en el sur y obligarla a desviar sus capacidades de defensa aérea a la protección de sus ciudades.

“Dado el limitado inventario de defensa aérea de Ucrania, una ofensiva de misiles rusos total e impredecible obligaría a Ucrania a encontrar un equilibrio entre proteger sus ciudades e infraestructura crítica y garantizar la defensa aérea de sus unidades militares de primera línea”, señala el informe.

Sin embargo, el informe destacó que la defensa aérea activa sería la contramedida contra los ataques con misiles rusos, lo que requeriría apoyo y refuerzos continuos de los aliados de Ucrania.

Le Hung (Fuente: Eurasian Times)

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