Cuando se fundó la aldea, Lo Khe tenía cuatro clanes principales que, según los libros de historia, se mantenían firmes en las tormentas como pinos o cipreses en el bosque, como pilares de piedra en medio de aguas turbulentas, disfrutando de la compañía del cielo y la tierra.
Para la Revolución de Agosto, la aldea contaba con unos 15 clanes y, a través del proceso de inmigración, ahora existen docenas de clanes nuevos.
Desde la puerta del pueblo cubierta de musgo junto al árbol baniano, el pozo, el patio de la casa comunal hasta las casas tradicionales, caminando por las callejuelas y caminos del pueblo, nos encontramos con imágenes rústicas y sencillas de risas... un sonido apacible en el antiguo pueblo lleno de carácter rural.






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