A la edad de 20 años, Kobbie Mainoo fue considerado una vez la mayor esperanza de la academia del Manchester United. |
Pero tras solo unos meses bajo el mando de Ruben Amorim, el joven centrocampista ha perdido su estatus de intocable. Antaño la "perla brillante" de Carrington, Mainoo se enfrenta ahora a un reto espinoso: o lucha con paciencia para imponerse, o piensa seriamente en el futuro en un contexto donde su carrera corre el riesgo de estancarse.
Cuando la confianza se erosiona gradualmente
La imagen de Mainoo bajando del autobús en Craven Cottage con el rostro serio era un símbolo de su estado actual: un jugador desentonado. No jugó ni un solo minuto contra el Fulham, solo participó en algunos ejercicios de calentamiento, un raro momento en el que sonrió. Incluyendo amistosos, Mainoo solo ha sido titular en dos de siete partidos esta temporada.
Un puesto en la Carabao Cup contra el Grimsby está prácticamente asegurado, pero después es probable que regrese al banquillo de la Premier League. Han sido unos días incómodos y una prueba de carácter.
Mainoo puede ser paciente y demostrar su valía, o buscar un nuevo club para jugar con más regularidad. La situación se complica aún más por el hecho de que no se ha firmado un nuevo contrato, mientras que la directiva del Manchester United ha comenzado a analizar al canterano desde una perspectiva financiera. Amorim una vez elogió: "Con piernas así, si encuentra el ritmo adecuado, siempre abrirá nuevas posibilidades". La creencia está ahí, pero la paradoja es que el técnico portugués lo ha dejado en el banquillo partido tras partido.
Mainoo puede aceptar paciencia para demostrar su valía o encontrar un nuevo destino para jugar con más regularidad. |
La historia de Mainoo recuerda a la de Ryan Gravenberch. Considerado en su momento fuera de lugar en el Liverpool, el centrocampista holandés se convirtió en un jugador clave bajo el mando de Arne Slot, ayudando al equipo a ganar la Premier League y siendo elegido para el equipo de la PFA. El problema no es el jugador en sí, sino el contexto y el sistema táctico.
Mainoo no es la excepción. En LaLiga, puede brillar con su técnica y sentido posicional. Pero la Premier League es un entorno exigente, que exige velocidad y resistencia en todo momento. Los momentos de falta de reflejos, como la mirada fija de Mainoo en el balón durante los goles encajados contra el Liverpool la temporada pasada, hacen que Amorim desconfíe.
La dura realidad en Old Trafford
Amorim prefiere una pareja complementaria en el mediocampo: uno que ataque, otro que defienda. Mainoo, que es más bien un coordinador, se queda atrapado entre los dos extremos. El empate con el Fulham es un ejemplo: Mason Mount fue adelantado con el 0-0, y luego entró Ugarte para mantener el 1-0. Apenas había espacio para Mainoo.
Peor aún, también compite directamente con Bruno Fernandes. Amorim admitió: «Bruno y Kobbie juegan en la misma posición». Cuando Fernandes se mantiene inexpugnable, las posibilidades de Mainoo se reducen notablemente.
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Mainoo ya no está protegido como “propiedad inviolable”. |
Mainoo ya no está protegido como un activo intocable. Las negociaciones contractuales están estancadas, y el mercado de fichajes siempre puede cambiar las cosas. Pero la adversidad a veces puede ser una oportunidad. Con suficiente paciencia, Mainoo aún puede cambiar las cosas, como lo hizo Gravenberch en el Liverpool.
Mainoo ha sido aclamado como "la versión Carrington de La Masia", con su físico ágil, su habilidad técnica y su inteligencia. Pero en la Premier League necesitará más: carácter, tenacidad y adaptabilidad. La próxima semana, junto con los partidos de copa nacionales, será una prueba crucial.
Si logra superar esto, Mainoo podrá recuperar la sonrisa y abrir un nuevo capítulo en el Manchester United. Si no, será solo uno de los muchos talentos que brillaron y luego se apagaron en el duro ciclo de Old Trafford.
Fuente: https://znews.vn/mainoo-truoc-bai-kiem-tra-ban-linh-post1580245.html
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