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| Comida con platos rústicos. |
Rico pescado braseado
El plato estrella es una olla de pescado dorado braseado. El pescado fresco, marinado con especias tradicionales como salsa de pescado, azúcar, pimienta y chalotas picadas, se cocina a fuego lento en una estufa de carbón hasta que la carne esté tierna y absorba todo el sabor. Basta con estofarlo durante unos 45-60 minutos con suficiente agua en una olla de barro; el pescado quedará suave, graso y fragante, el alma de una comida de invierno, que hará que cualquiera se sienta reconfortado.
Salsa de frijoles - sabor rústico
Junto al pescado estofado, el plato de frijoles suaves y cremosos ayuda a equilibrar los sabores. Los frijoles verdes hervidos, con salsa de tomate machacado y chalotas fritas, sazonados con un poco de salsa de pescado, azúcar y pimienta, crean un plato rústico que combina sorprendentemente bien con el arroz. Simplemente saltéelos de 3 a 5 minutos a fuego medio; los frijoles conservan su suavidad y aroma natural, haciendo que toda la familia quiera más arroz.
Sopa de cangrejo, berenjenas encurtidas: un manojo de infancia
Indispensable en la bandeja de comida de invierno es un tazón de rica sopa de cangrejo y berenjena encurtida. Cangrejo de campo recién picado mezclado con berenjena encurtida ligeramente ácida, se cuece a fuego lento durante unos 10-15 minutos. Luego, se sazona con un poco de salsa de pescado, pimienta al gusto, se añade cebollino y eneldo antes de retirar del fuego. Obtendrá un tazón de sopa dorada, con dulce sabor a cangrejo, berenjena encurtida ácida y un aroma suave que reconforta el cuerpo.
Sabor extraño con verduras silvestres.
Para que la comida sea más equilibrada y nutritiva, las verduras silvestres salteadas con ajo son indispensables. Verduras como la espinaca silvestre, el helecho o los brotes jóvenes de bambú recogidos de las montañas, recién preparadas y salteadas rápidamente a fuego alto con ajo frito aromático y un poco de sal, conservan el color verde, el sabor crujiente y el intenso aroma de las montañas y los bosques. Este plato de verduras silvestres es refrescante, ligeramente amargo, y aporta fibra y vitaminas para toda la familia.
Una comida tan sencilla conserva el sabor de la tierra natal y nutre el afecto familiar durante cada invierno, recordando a todos que la felicidad a veces consiste en las cosas más simples, desde el fuego hasta la comida caliente.
Hoang Anh
Fuente: https://baotuyenquang.com.vn/van-hoa/202512/mam-com-gia-dinh-ngay-dong-81e4851/











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