En EE.UU., Atom Computing ha creado el primer ordenador cuántico con 1.180 qubits, lo que podría mejorar la precisión de la máquina.
La computadora cuántica más grande fue construida por Atom Computing. Foto: Atom Computing
El primer ordenador cuántico del mundo tiene más del doble de bits cuánticos (cúbits) que el anterior poseedor del récord mundial, el ordenador Osprey de IBM (433 cúbits). Si bien un mayor número de cúbits no se traduce necesariamente en un mejor rendimiento, una gran cantidad de cúbits es esencial para futuros ordenadores cuánticos sin errores, a diferencia de las ruidosas máquinas de investigación actuales. Los ordenadores cuánticos más grandes, como los de IBM y Google, utilizan circuitos superconductores refrigerados a temperaturas extremadamente bajas. Sin embargo, la máquina que batió el récord, creada por la startup californiana Atom Computing, cuenta con 1180 cúbits, utilizando átomos neutros fijados mediante láseres en una red bidimensional, según informó New Scientist el 24 de octubre.
Una ventaja de este diseño es la facilidad con la que se puede escalar el sistema y añadir más cúbits a la red, según Rob Hays, director ejecutivo de Atom Computing. Cualquier futura computadora cuántica útil y libre de errores (una característica conocida como tolerancia a fallos) necesitará al menos decenas de miles de cúbits de corrección de errores que operen en paralelo con los cúbits de programación.
"Si solo escalamos a decenas de cúbits, como la mayoría de los sistemas superconductores y de captura de iones actuales, tardaremos muchísimo en alcanzar la era de las máquinas tolerantes a fallos. Con el enfoque del átomo neutro, podemos alcanzar ese hito mucho más rápido", explicó Hays. Según él, el equipo de investigación de Computación Atómica pretende multiplicar por diez el número de cúbits en la máquina aproximadamente cada dos años.
A diferencia de los bits de computadora convencionales, que tienen un valor de 1 o 0, los cúbits son más diversos y poseen diversas características según su proceso de creación. Los átomos neutros se adaptan mejor al entrelazamiento cuántico, un extraño efecto cuántico en el que dos cúbits se acoplan y pueden influirse mutuamente incluso a grandes distancias. También son más estables. Los cúbits en las computadoras de Atom Computing evitan el colapso de los estados cuánticos, logrando así tolerancia a fallos, durante casi un minuto. En comparación, la computadora Osprey de IBM tiene tiempos de acoplamiento de cúbits de tan solo unos 70-80 microsegundos.
El largo tiempo de enlace proviene del átomo de iterbio que Hays y sus colegas usaron como cúbit. La mayoría de las máquinas atómicamente neutrales utilizan los electrones del átomo como elementos cuánticos para realizar cálculos, pero estos se ven fácilmente afectados por los potentes láseres utilizados para fijarlos. Con el iterbio, los investigadores pueden aprovechar una propiedad cuántica del núcleo atómico llamada espín (el momento angular intrínseco de la partícula), que es menos susceptible al desorden. Según el investigador Ben Bloom de Atom Computing, el núcleo no interactúa con el entorno externo con tanta intensidad como el electrón.
Debido a la diversidad de características de los cúbits, es difícil compararlos entre distintas máquinas. Sin embargo, Bloom afirma que la máquina de Atom Computing tiene capacidades de procesamiento comparables a las de la computadora de IBM. El equipo de investigación espera poder ofrecer la computadora a clientes el próximo año para aplicaciones de computación en la nube.
An Khang (según New Scientist )
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