El hombre de 70 años, que creía poder contar con su hijo en su vejez, quedó profundamente decepcionado por su actitud. Al final, tomó una decisión decisiva de la que su hijo y su nuera se arrepintieron demasiado tarde.
La historia compartida por el Sr. Te en la red social china Baidu recibió la simpatía de todos.
La vejez solitaria
Me llamo Qi Guo Tong, tengo 70 años, estoy jubilado y tengo dos hijos: un niño y una niña. Antes, nunca me preocupaba la vejez porque creía que mis hijos me cuidarían bien.
Sin embargo, nunca imaginé que la vida en mis últimos años sería tan difícil. Hace dos años, mi esposa falleció de un derrame cerebral, lo que me obligó a vivir solo. Al principio, la vida era cómoda, sin preocupaciones, porque podía hacerlo todo yo mismo. Pero desde que enfermé y tuve que ser hospitalizado, me di cuenta de lo difícil y triste que era la vida cuando nadie me cuidaba.
Una fría mañana de invierno, cubierto de nieve, pisé accidentalmente un bloque de hielo resbaladizo y me caí, lo que me provocó lesiones en los huesos y un dolor insoportable.
Tras ser llevado al hospital por un vecino, el médico me diagnosticó una fractura grave de pierna y requería cirugía. El hospital me pidió un depósito de 20.000 yuanes (casi 70 millones de dongs) y un familiar vino a firmar los papeles de la cirugía. Llamé rápidamente a mi hijo.
Cuando mi hijo llegó al hospital, me sorprendí cuando dijo que solo podía gastar 10.000 yuanes en la cirugía porque tenía que pagar la matrícula escolar de su hija y me pidió que llamara a mi hija para que se encargara del resto.
Me dolió y entristeció lo que hizo mi hijo, pero no pude hacer más que llamar a mi hija. Cuando llegó, entró en pánico y preguntó si su padre estaba bien y si tenía dolor, y rápidamente pagó el costo total de la cirugía.
Esa noche, mi yerno también cocinó comida nutritiva y trajo a los niños a visitarlo para consolarme y orar por mi pronta recuperación.
Foto ilustrativa.
Durante mis días en el hospital, mi hija y mi yerno me cuidaron con mucho cariño y consideración. Mi hija se hizo cargo de todos los gastos de mi cirugía y hospitalización.
Al contrario, me sentí decepcionada y consternada por la falta de consideración de mi hijo y mi nuera. Siempre ponían como excusa que estaban ocupados y no podían visitarme muchas veces.
Expresa tus sentimientos por tu hijo o hija
Cuando me dieron de alta, el médico me pidió que alguien me cuidara, así que rechacé rotundamente las buenas intenciones de mi hija y mi yerno y me fui a vivir con mi hijo. En cuanto me mudé, noté la mala actitud de la pareja; su incomodidad se hacía evidente en cada expresión.
Cuando mi hija vino a visitarme, quise invitarla a cenar conmigo, pero mi nuera la echó bruscamente, diciendo: "No tenemos comida en casa. Hemos estado ocupados estos últimos días, así que no hemos podido comprar nada".
Al ver la expresión de mi nuera, me enojé y me entristecí. Ella también sabía que estaba en una situación difícil, así que se marchó proactivamente y dijo que vendría la próxima vez.
Me pregunté tristemente por qué mi hijo podía ser tan desalmado (Foto ilustrativa).
Como mis piernas aún no se han recuperado del todo, necesito ayuda para caminar y, debido a mi edad, a menudo tengo que ir al baño por la noche. Cada vez que le pido ayuda a mi hijo, veo claramente su enfado y su reticencia.
Mi hijo no dejaba de quejarse para que dejara de beber agua y de torturar a mis hijos. Después de que pude caminar con normalidad, me esforcé por ayudarlos con las tareas del hogar, pero su actitud no cambió. Una vez, mojé el suelo y mi nuera casi se cae.
Al día siguiente, mi nuera me dio una maleta y me pidió que saliera de casa. Me quedé muy sorprendida y muy triste porque nunca imaginé que un día mi nuera me echaría.
Llamé a mi hija, sin poder contener las lágrimas. Se quedó atónita al verme llorar y no dejaba de preguntarme qué había pasado. No le dije la verdad, solo le dije que viniera a recogerme y se quedara en su casa un rato.
Cuando llegó mi hija, no me presionó, simplemente me consoló y me llevó a casa. Mi yerno y mis nietos me recibieron muy bien; dijeron que estaban contentos de que viniera a vivir con ellos y de que pudieran cuidarme bien.
Desde que me mudé a casa de mi hija y mi yerno, me he sentido muy feliz y alegre. Mis hijos me cuidan con cariño todos los días, y mis nietos se reúnen para preguntar por mí. Los fines de semana, toda la familia sale a pasear por el parque y a comer fuera.
Durante este tiempo, mi hijo sólo llamó ocasionalmente a su padre una o dos veces para preguntarle cómo estaba, lo que realmente me decepcionó.
Enorme fortuna y decisión sorprendente
Después de vivir tres meses con mi hija y mi yerno, mi casa en el campo fue puesta a demolición y recibí una compensación de hasta 2 millones de NDT (unos 6.980 millones de VND).
Decidí ahorrar un millón de yuanes (3.490 millones de VND) y darle el resto a mi hija. Decidí no darles dinero a mi hijo ni a mi nuera.
Al enterarse de mi decisión, mi hija me aconsejó que lo dividiera en partes iguales con mi hermano para evitar conflictos. Además, mi hijo también me llamó y me dijo: «Papá, piénsalo bien. No olvides que tu hija está casada y solo tu hijo, tu nuera y tus nietos la cuidarán cuando sea mayor».
Escuchar lo que dijo mi hijo me hizo reír. Mi decepción llegó al límite y, enfadada, le sermoneé: «Aunque soy vieja, sigo lúcida. A quien me trate bien, yo lo trataré igual. Y tú y tu marido no deberían esperar recibir ni un céntimo de mí».
Después de esa conversación, me sentí mucho más ligero y cómodo. Seguí mi decisión y disfruté de una vejez sin preocupaciones con mis hijos y nietos.
Lapislázuli
[anuncio_2]
Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/cu-ong-u70-co-7-ty-dong-tien-ban-nha-nhung-chia-cho-con-gai-1-nua-con-trai-tay-trang-goi-dien-nghe-loi-giai-thich-danh-nin-lang-172250213161021195.htm
Kommentar (0)