
Las Islas Canarias, en España, atraen a muchos turistas con sus hermosas playas y su excelente gastronomía, pero aún existen algunos rincones menos conocidos. Uno de ellos es Porís de Candelaria, en la isla de La Palma.
Desde la distancia, el pueblo parece estar escondido en una cueva. Con caminos difíciles, sin electricidad y solo el eco de las olas, la vida aquí parece estar aislada del mundo moderno.
No hay aeropuerto en la costa oeste de La Palma ni servicio de autobuses públicos que lleguen hasta allí. Su inaccesibilidad es la razón por la que la mayoría de los visitantes nunca la conocen.

El camino hasta allí es caluroso y polvoriento. Quienes no tengan coche ni taxi pueden optar por una excursión guiada o un pequeño barco desde Puerto de Tazacorte. Pero merece la pena el esfuerzo. Una vez en el pueblo dentro de la cueva, el aire es fresco y agradable.
La luz del sol reflejándose en el agua turquesa, los barcos de pesca meciéndose en el agua y las casas blancas brillantes crean una escena preciosa.
No hay tiendas de recuerdos, pero los fines de semana de verano a veces hay un quiosco que vende bebidas frías. Los visitantes pueden fotografiar la «calle» al borde del acantilado y contemplar la puesta de sol sobre el Atlántico.
Fuente: https://baohaiduong.vn/ngoi-lang-an-minh-trong-hang-dong-414622.html






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