“Hasta un buen caballo tiene algún defecto”, dice. Al ser tan elogiado, sobre todo en la era del mundo virtual, se cree superior y “no le teme a nadie”. Piensa que todo lo que hace está bien, todo lo que piensa es bueno. En casa, nadie se atreve a contradecirlo; si alguien lo reprende, lo fulmina con la mirada, pues él es quien realmente ha forjado el negocio familiar. En el ámbito empresarial, como jefe de departamento, ha contribuido significativamente al éxito de la compañía, por lo que rara vez recibe críticas de sus subordinados.
Nadie puede resistirse al paso del tiempo; en los últimos años, su inteligencia comenzó a declinar. Quienes lo rodeaban lo notaban, pero temían por su reputación y no se atrevían a hablar. Él vivía en su propia ilusión. Algunas de sus decisiones tuvieron consecuencias, pero siempre las justificaba, culpando a las circunstancias y diciendo que tenía mala suerte.
Recientemente, debido a un error de cálculo, su hijo no pudo estudiar en el extranjero, en el país que tanto amaba, pero él no admitió su equivocación y dijo que los corazones de las personas cambian.
Al comienzo de la Eurocopa, elogió a CR7 por su valentía al asumir el liderazgo y siempre decía: «Cuanto más viejo el pelirrojo, más picante». Cuando CR7 recibió la humillante verdad, que contribuyó a la derrota de Portugal, siguió culpando a la inflexibilidad táctica del entrenador.
Jugó con él como amigo durante muchos años, vio claramente el declive de una persona talentosa, pero también tenía miedo de decir algo. La última vez que lo vio, lamentándose tristemente de sus recientes fracasos, le dijo: «La vida tiene altibajos, nadie se mantiene en la cima para siempre. Pero hay que reconocer esa ley de la vida para cambiar. Todos tenemos momentos en que nos equivocamos y momentos en que acertamos. Admitir los errores no significa rebajarse, sino que a menudo se recibe más comprensión de la gente».
Se rió: No es que no sepa que a veces me equivoco, sino que no estoy acostumbrado a admitirlo, ¡así que me da vergüenza!
También sonrió: Sé que me equivoqué al hablarte así, como si fueras un superior. Pero no importa, tú y yo somos mayores. Al final, lo correcto y lo incorrecto dependen de la perspectiva. Puede ser incorrecto desde un punto de vista, pero correcto desde otro.
Fuente: https://laodong.vn/van-hoa-giai-tri/nguoi-khong-nhan-sai-1368411.ldo






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